El Kremlin reitera que no hace falta una nueva resolución
El Kremlin insistió ayer en que no cree que haya que aprobar una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU "que abra el camino al uso de la fuerza contra Irak". Ígor Ivanov, el ministro ruso de Exteriores, aseguró que "el problema de las armas de exterminio masivo en Irak se puede resolver con métodos políticos". Ivanov explicó que Rusia siempre ha subrayado que el uso de la fuerza es un recurso extremo, que va acompañado de graves consecuencias no sólo para el país contra la que se usa, sino también para el mundo entero.
Ivanov dijo que Rusia "apoya completamente el trabajo de los inspectores" internacionales y considera que hay que crear las condiciones necesarias para que puedan cumplir con eficacia su labor. Para el Kremlin, la opinión de los inspectores es fundamental y los "siguientes pasos" del Consejo de Seguridad de la ONU con respecto a Irak deben depender del próximo informe que presentarán los jefes de los inspectores, Hans Blix y Mohamed el Baradei, después de su visita a Bagdad este fin de semana.
Estas declaraciones significan que Rusia sigue siendo, como lo ha sido desde un comienzo, contraria a una guerra para acabar con el régimen de Sadam Husein. En esto el Gobierno no hace más que reflejar la opinión de los rusos: un sondeo efectuado la semana pasada muestra que sólo el 3% de la población apoya una intervención contra Irak liderada por EE UU. Hay incluso rusos dispuestos a ir a luchar del lado de Irak. El embajador de Irak en Moscú, Abbas Khalaf, asegura que ha recibido "2.500 solicitudes para ir a apoyar al pueblo iraquí en caso de guerra".
"Un segundo Stalingrado"
Mientras tanto, Tarek Aziz, viceprimer ministro iraquí, advirtió en una entrevista concedida al diario ruso Izvestia que su pueblo resistirá la agresión norteamericana, que da por decidida, y que Irak "se convertirá en un segundo Stalingrado". Aziz declaró que su país "rechaza categóricamente las acusaciones norteamericanas" hechas en la ONU por el secretario de Estado, Colin Powell, y adelantó que en los próximos días Bagdad enviará "un desmentido oficial al secretario general de la ONU".
Aziz aprovechó la oporunidad para recordar la "tradicional amistad" que ha unido a Rusia e Irak y pidió al Kremlin que no la traicione y continúe exigiendo una salida política a la actual crisis. El viceprimer ministro iraquí señaló que una guerra sería contraproducente para los intereses económicos que Rusia tiene en Irak.
Los principales intereses de Rusia están relacionados con el petróleo y el Kremlin está tratando de conseguir que éstos sean respetados incluso en caso de un cambio de régimen.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Diplomacia
- Tariq Aziz
- Resoluciones ONU
- Declaraciones prensa
- Igor S. Ivánov
- Irak
- Política exterior
- Rusia
- Consejo Seguridad ONU
- Preparativos bélicos
- Guerra Golfo
- Estados Unidos
- Europa este
- Oriente próximo
- ONU
- Guerra
- Europa
- Relaciones internacionales
- Gente
- Asia
- Organizaciones internacionales
- Conflictos
- Relaciones exteriores
- Sociedad