"Los creyentes están mayoritariamente a favor de mi trabajo"
Bernat Soria es el primer científico del mundo que ha conseguido que células madre embrionarias de rata se conviertan en células pancreáticas productoras de insulina. Un gran avance cuyo siguiente paso es conseguir lo mismo con células humanas y dar así una solución a la diabetes I, un problema que afecta a 2,5 millones de españoles. El Gobierno español hace todo lo posible por impedir los trabajos de Soria y éste se ha convertido en uno de los científicos con más horas de avión, al tener que buscar laboratorios de aquí y de allá donde poder trabajar (su microscopio de trabajo más lejano está en Singapur). La Junta de Andalucía ha firmado con él un convenio que le permitirá investigar con células madre embrionarias humanas en la comunidad, que se convertirá así en una región puntera en este tipo de ciencia.
Pregunta: ¿En qué consiste la apuesta de la Junta de Andalucía por su trabajo?
Respuesta: No es una apuesta sólo por mi trabajo. Se trata de un programa que incluirá a cualquier investigador que tenga una propuesta en células madre. Desde el primer día le planteé a la Junta que lo más adecuado para Andalucía y para esta línea de investigación es que se financiase un programa que incluyese cualquier tipo de célula madre y a cualquier investigador con un proyecto interesante.
P. ¿en qué dirección concreta va a trabajar usted?
R. Mi campo de trabajo es la diabetes y seguirá así aunque algún colaborador mío está viendo resultados interesantes en produccción de neuronas.
P. ¿El trabajo de aquí es complementario al que hace en Singapur y en otros sitios o son distintas investigaciones?
R. Es el mismo proyecto. En Singapur estoy adelantando trabajo que podré continuar aquí. Lo que ocurre es que es una línea de investigación que tiene muchos problemas que resolver y repartiremos los problemas.
P. ¿Tiene un plazo en el que prevea resultados concretos?
R. Los resultados trasladables a la medicina clínica, que se puedan aplicar al paciente, no llegarán antes de 10 años si todo va bien. Pero los datos preliminares sobre la viabilidad de nuestro trabajo debemos tenerlos en tres años. Si no llegan en este tiempo es que la línea no es la adecuada y hay que buscar otras soluciones.
P. ¿Qué papel puede jugar el Campus de Ciencias de la Salud de Granada en su proyecto?
R. El mismo que Sevilla y el mismo que cualquier investigador que tenga una propuesta interesante. No nos hemos explicado bien: mi propuesta para Andalucía no es hacer un instituto, un sitio físico; mi propuesta es un programa y éste se hace allí donde se puede hacer. Por eso yo espero que vengan muchas propuestas desde Granada. El Campus de la Salud es un sitio muy adecuado porque combina ciencia básica con clínica y con muchas otras opciones interesantes. Quien haga buenas propuestas será quien entre en el programa. En un programa en red como éste no hay que pensar en un sitio físico.
P. ¿Es Andalucía un caso único?
R. Hay cinco comunidades que se quieren sumar a este programa. Anteayer hablé sobre el asunto con el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, y me consta que Asturias, Castilla-La Mancha y otras dos comunidades gobernadas por socialistas quieren entrar en la red. Pero este no es un debate entre ciudades, sino entre propuestas.
P. ¿Para cuando esa red de comunidades socialistas a favor de investigar con células madre?
R. Esa red, a la que se pueden sumar comunidades no gobernadas por socialistas, tiene que esperar a que cada comunidad desarrolle una ley que legisle el uso de los embriones congelados para que nuestro trabajo esté dentro de la legalidad.
P. ¿Por qué ese empeño del Gobierno del PP en poner obstáculos a su investigación?
R. Es un error por parte de unos pocos. Hay una mayoría de votantes del PP, y me atrevo a decir una mayoría de diputados del PP, porque muchos de ellos me lo han dicho personalmente, que piensan que ésta es una línea de trabajo que hay que continuar y que tiene muchas opciones. Ellos me cuentan que dentro del PP hay un sector que, en razón de sus creencias, no es favorable a este tipo de trabajo. Eso creo que perjudica a la sociedad en general y también al PP.
P. ¿Tiene constancia de presión de la iglesia católica?
R. Dentro de la iglesia católica, los creyentes están mayoritariamente a favor de mi trabajo. De las cartas que recibo de católicos, hay un 95% de gente que me dice es católico practicante, que ya es difícil, que va a la iglesia y que reza todos los días para que me vaya bien en los experimentos. Si se refiere a la jerarquía, sí es cierto que un sector se opone. Pero el magisterio de la iglesia católica es cambiante, no es dogma y no hace falta creerlo.
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