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El SCH reduce sus beneficios un 9,62%, hasta 2.247 millones, por la crisis latinoamericana

Emilio Botín alaba a Lula, a cuya política económica y social en Brasil pone como ejemplo

Íñigo de Barrón

El SCH tuvo un beneficio neto de 2.247,2 millones de euros en 2002, un 9,62% menos que el ejercicio anterior. Emilio Botín, presidente del SCH, dijo que ha sido "el año más complicado de la última década, tanto como la depresión de 1929 o la crisis petrolera de los ochenta". La caída de las divisas de Latinoamérica y el hundimiento de Argentina pesaron más que los fuertes beneficios de Brasil (802 millones de euros) y los 1.700 millones de plusvalías obtenidas con la venta de participadas. Botín puso como ejemplo de gobernante a Lula y dijo que este año no habrá compras.

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Emilio Botín dijo que el SCH "sigue siendo una fortaleza acorazada porque hemos aguantado un ejercicio que ha sido la tormenta perfecta y somos el segundo banco de la zona euro por valor bursátil". El resumen del 2002, un ejercicio en el que han caído todos los márgenes de la cuenta de resultados, ha estado marcado, para Botín, por la inestabilidad de los mercados, el hundimiento de la economía argentina, los ataques de los mercados a Brasil y la menor aportación del negocio en España.

Ante este panorama, la entidad ha trabajado en reducir costes (han caído un 12,8%, en parte ayudados por el descenso de las divisas); ha mejorado la eficiencia (refleja lo que gasta la entidad por cada cien euros que ingresa) desde el 54,3% hasta el 51,8%; ha fortalecido el ratio BIS (recursos propios sobre activos) desde el 10,8% que tenía en septiembre hasta el 12,6% actual, lo que le permitirá mantener el dividendo a pesar de la caída de resultados.

Pero estas medidas han tenido un precio. El SCH ha protagonizado uno de los ejercicios con mayores ventas de participaciones de la última década. La entidad se ha deshecho de su participación en Vallehermoso, Dragados, Aguas de Valencia, el banco mexicano Bital y el 3% del capital del Royal Bank of Scotland. También ha acordado la venta del 24,9% del Santander Serfin al Bank of America, entidad con la que se ha firmado una alianza comercial para aprovechar el negocio de los mexicanos en Estados Unidos.

Además, el SCH ha reducido su presencia en cinco países de América Latina, con los que antaño quería formar la franquicia bancaria latinoamericana. Estos países son Colombia, Perú, Bolivia, Uruguay y Paraguay, que han perdido 508 millones de euros, un 140% más que en 2001. "Estos países no presentan las condiciones necesarias para la banca comercial y se aplicará otro modelo de negocio", justificó Botín.

A partir de ahora, el grupo estará volcado en la banca comercial de cinco países: España, Portugal, Brasil, México y Chile. "En éstos tenemos que centrar nuestro crecimiento porque tenemos la masa específica suficiente, una cuota de mercado superior al 10% y gran experiencia", indicó el presidente del SCH.

A medio camino entre una clasificación y otra se han quedado Venezuela y Puerto Rico, que todavía se consideran países relevantes. En el primero, el SCH ganó 167 millones, un 14% más, y en Puerto Rico obtuvo 12 millones, un 62,8% menos.

Respecto a Argentina, tanto Botín como Alfredo Sáenz, consejero delegado, señalaron que "está cubierta la totalidad de la inversión, incluido el fondo de comercio", y que "la gestión se ha enfocado a la liquidez, aunque no ha aportado ni un euro a la cuenta de resultados". El presidente apuntó que ahora es "un poco más optimista que hace meses, pero queda por definir cuestiones relevantes para que sea un sistema financiero viable". Sin Argentina, la caída de beneficios habría sido del 7,62%.

Pero, sin duda, el país que se ha convertido en estrella para Botín es Brasil. El grupo consiguió 802 millones, un 20,5% más, y el optimismo sobre el futuro es desbordante. Ante ello, no reparó en halagos hacia el reciente presidente de ese país: "Lula será un modelo de gobernante para muchos países. Está combinando una estrategia para favorecer el crecimiento de la economía con lo que tiene que hacer en el aspecto social, que es muy importante. Esta economía tiene un enorme potencial de crecimiento". Respecto al mantenimiento de las dos marcas, el Santander Brasil y Banespa, Botín dijo que "por el momento" se mantendrán igual.

A pesar de la fortaleza de capital que tiene ahora la entidad, ("estamos sobrados en recursos propios"), el presidente del SCH aseguró que el grupo "no está de compras". No se plantea adquirir un banco "ni en Europa, ni en América, ni en Asia...", porque no quiere que los ejecutivos "se distraígan con estas operaciones" ni lo necesitan para garantizar su crecimiento. "Las operaciones de fusiones en Europa no tienen ningún sentido si se piensa en el accionista, que es en quien tenemos que pensar", reiteró Botín.

Sin objetivos para 2003

En cuanto a la estrategia para 2003, Emilio Botín aseguró que el objetivo de la entidad financiera es "ser el mejor y más rentable banco de la zona euro. Ahora somos el segundo, por beneficio" (detrás de BNP, que ganó 2.599 millones hasta septiembre) "y por capitalización" (también tras BNP). "Al final de este año queremos estar los primeros, pero no voy a decir tasas de crecimiento".

"El Santander no está de compras", añadió. "No esperen, por tanto, que anuncie ninguna operación trasnacional en Europa durante la presentación de resultados. Tampoco voy a decirles que vamos a comprar un banco en América; tenemos el mejor banco de Estados Unidos como socio. Es más barato y mucho mejor", agregó en alusión al Bank of America.

Sobre el negocio en España, donde la entidad pierde cuota de mercado, Sáenz dijo que no buscarán incrementar cuota por encima de todo, "sino mantener políticas que aumenten los ingresos". Botín reconoció que en los fuertes cierres de oficinas mantenidos en los últimos tres años, "a lo mejor nos hemos pasado". Las acciones de SCH cayeron ayer un 1,18%.

Emilio Botín, a la derecha, junto a Alfredo Sáenz durante la conferencia de prensa celebrada ayer.
Emilio Botín, a la derecha, junto a Alfredo Sáenz durante la conferencia de prensa celebrada ayer.MANUEL ESCALERA

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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