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Reportaje:Las consecuencias políticas de la marea negra | CATÁSTROFE ECOLÓGICA

El 'Prestige' remueve las aguas electorales

El PP da por perdidas la mayoría de grandes ciudades y espera que las ayudas del Plan Galicia le eviten un castigo mayor el 25-M

Ramón Lobo

"Durante años, el PP en Galicia fue una caja china que proyectaba la sombra de un gran guerrero; la luz eran los fondos europeos de cohesión, que se han dilapidado. El Prestige y la forma en que se resolvió la caída de Xosé Cuiña han dejado el artilugio a la vista: una bombilla y un muñeco pequeño, nada más".

La metáfora es de Xosé Luis Barreiro Rivas, dos veces vicepresidente de la Xunta (con populares y socialistas) y creador del eslogan Galego coma ti (gallego como tú), que llevó a AP a la victoria en las primeras elecciones autonómicas, en 1981. Ese galleguismo centrista, real o de aderezo, caló en la sociedad y transformó el PP local en una fuerza hegemónica semiautónoma de Madrid.

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"La catástrofe y la crisis política han desenmascarado algo que estaba latente desde que José María Aznar obtuvo la mayoría absoluta nacional, que no existe tal libertad de decisión. El PP de Galicia (PPdeG) se ha quedado sin discurso, pero mantiene intacta su estructura de poder", dice Antonio Losada, profesor de Ciencias Políticas en Santiago. Un analista lo explica así: "Hay una guerra entre dos concepciones, la centralista y la autonomista, que esconden las ambiciones personales de Mariano Rajoy y Cuiña".

Barreiro Rivas, que desertó del PP para unirse al Gobierno tripartito del socialista Fernando González Laxe, es el precedente inmediato de una improbable disidencia de Cuiña: "Sabía que iba a la guerra", explica, "y me preparé, pero me derrotaron utilizando los tribunales; a Cuiña le han cogido por sorpresa; está políticamente muerto, aunque aún puede hacer mucho daño".

Fraga era hasta ahora el engranaje de un partido dividido en dos bloques: los del birrete (profesores y funcionarios como Rajoy) y los de la boina (Cuiña, José Luis Baltar entre otros, que garantizan el voto; suya es la idea de llevar físicamente al votante en coches y autobuses al colegio electoral). Fraga sabe hablar con los del birrete en una reunión económica y con los de la boina en un mercado. El 25 de mayo será un plebiscito interno. "Nadie sabe qué hará Cuiña", asegura alguien que le conoce bien. "Puede optar por conseguir muchos votos en sus dominios y decir 'aquí están mis poderes' o aguardar a la derrota para intentar recuperar el poder".

"El Prestige ha derrumbado varios mitos", sostiene Anxo Quintana, coordinador del Bloque Nacionalista Gallego (BNG): "El del Fraga trabajador... y estaba cazando; el del Fraga valiente, defensor de Galicia y con independencia de criterio... y se plegó a Madrid; y el de la invulnerabilidad del PP. No sé qué sucederá en las urnas, pero vemos un cambio de tendencia".

"Las municipales no son las elecciones adecuadas para medir el impacto; la gente vota más al candidato", sostiene el economista Antonio Grandío. "Si fueran autonómicas, el PP perdería la mayoría absoluta y el Gobierno", apunta Losada. Es una tesis que repiten alcaldes de todos los partidos.

Otro profesor de Santiago y director de un barómetro de opinión pública, José Manuel Rivera, dibuja este panorama: "Lo previsible es que el BNG mantenga Vigo, Pontevedra y Ferrol; el PSOE, A Coruña, Lugo y Santiago, y el PP, Ourense. La batalla se centraba antes del Prestige en Vigo y Lugo, donde el PP envía de candidatas a dos ex consejeras [Corina Porro y Manuela López Besteiro, respectivamente]. Vigo luce mucho, pero Lugo es la pieza clave, la puerta de la Galicia rural y donde se halla el escaño que en unas autonómicas puede decidir el Gobierno. Si el PSOE lo mantiene, el cambio será más rápido; si lo pierde, más lento".

Jesús Palmou, secretario general del PPdeG se muestra esperanzado: "Falta mucho tiempo; creo que podremos revertir la situación. Los ciudadanos medirán el esfuerzo y tomarán en cuenta el balance de gestión". Pero fuentes del PP admiten en privado que las ciudades -excepto Ourense, donde el PSOE sobrevive en una gestora-, están perdidas salvo milagro.

Barreiro Rivas está convencido de que la crisis del Prestige se va a notar en las elecciones municipales del 25 de mayo. "El problema es que la oposición es muy mala. Compiten por el mismo espacio, en lugar de pelear por el 3% que pueden robar al PP. Si hubiera un pacto previo, el resultado sería demoledor para los populares".

El profesor Rivera estima que el PSdeG-PSOE puede beneficiarse de una tendencia nacional al alza y del hecho de ser el único partido gallego que ha cerrado su crisis interna. "El BNG estaba mal y el Prestige lo ha salvado, y el PP acaba de adelantar el debate sucesorio". Quintana opina que el BNG saldrá fortalecido y parece dar la razón a Barreiro, al decir: "El PSOE es un partido institucional; no existe en los pueblos como existe en Andalucía".

Hay datos que explican el asalto contra Nunca Máis. El 27% de los votantes del PP se declara más gallego que español o sólo gallego, un porcentaje más elevado que en el PSOE. "En Galicia conviven dos variables, izquierda y derecha, y nacionalistas y no nacionalistas", asegura Barreiro Rivas. "Y el PP ocupa todo el espacio que deja libre el Bloque". Así que no son imposibles las fluctuaciones desde el PP al BNG. "Tratan de evitar el trasvase del voto maduro al PSOE, pero el precio será perder a los jóvenes, que en las últimas elecciones no fueron fieles al Bloque", dice Rivera. Losada apunta: "La campaña contra Nunca Máis fue diseñada en Madrid, pero vista desde aquí, favorece al BNG. El discurso centralista de Aznar resulta demoledor para el PP gallego".

En el PP confían en las ayudas y en el Plan Galicia aprobado por el Gobierno. "Es una buena oportunidad para todos, pero tendremos que explicarlo muy bien, aunque nadie sabe qué pensará el ciudadano a la hora de introducir la papeleta", reflexiona un alcalde de un pueblo de Pontevedra. El socialista Fernández Laxe cree que el manejo de la catástrofe afecta al PP y a las instituciones. "Hay que recuperar el prestigio; el que interprete esa necesidad saldrá reforzado".

La escritora gallega Susana Fortes recuerda que tras la enfermedad de las vacas locas y el escándalo del enterramiento clandestino de reses en Mesía, Fraga volvió a ganar por mayoría absoluta. Pero observa una diferencia: "Nunca había visto tanto descrédito e indignación como ahora".

Fernando, marinero jubilado de la ría de Aldán, es rotundo: "Si vuelven a ganar, voy al registro civil y me borro de gallego".

Personal militar limpia ayer la costa en Muxía.
Personal militar limpia ayer la costa en Muxía.REUTERS

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