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La policía considera "un caso muy difícil" el doble asesinato del Putxet

El perfil del homicida es el de un hombre corpulento menor de 35 años

Miquel Noguer

Ni rápido ni fácil. La policía considera "un caso muy difícil", la búsqueda del asesino de dos mujeres en un mismo aparcamiento del barrio del Putxet de Barcelona, lo que según fuentes próximas a la investigación impedirá la rápida resolución del caso. Estas fuentes apuntan que, por ahora, lo único medianamente claro en el caso es un vago perfil del asesino: un hombre joven, de entre 20 y 35 años, y bastante corpulento.

Las hipótesis sobre el móvil de los crímenes siguen todas abiertas a la espera de que la investigación del entorno de las dos mujeres y la colaboración ciudadana aporten luz al caso.

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Las dos mujeres, Maria Àngels Ribot, de 49 años, y María Teresa de Diego, de 46, fueron halladas muertas con 11 días de diferencia casi en el mismo punto de un aparcamiento subterráneo de la calle de Bertran. La primera apareció el 11 de enero, mientras que el segundo asesinato tuvo lugar el pasado miércoles.

Aunque se desconoce el móvil de los dos crímenes, se sabe que el asesino robó la tarjeta de crédito de ambas mujeres y que en el caso de la primera logró extraer dinero en un cajero automático próximo al lugar de los hechos. El agresor habló con esta víctima, Maria Àngels Ribot, para conseguir los cuatro dígitos secretos de su tarjeta y extrajo 300 euros. Aunque el cajero era exterior y no tenía cámara de seguridad, la cámara de otra entidad bancaria cercana sí captó una borrosa imagen del sospechoso mientras caminaba por la calle.

El secreto de sumario ordenado por el juez hace que la información sobre el caso llegue con cuentagotas, pero lo que los investigadores tienen cada vez más claro es que el asesino buscaba algo más que robar. Aunque en un principio la investigación sopesó la posibilidad de que el asesino fuera un sicario a sueldo que habría matado a la primera mujer al haberla confundido con la segunda, la policía tiene ahora sobre la mesa un perfil que se adapta más al de un perturbado que al de un asesino profesional.

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Las autopsias realizadas a las dos mujeres revelan que no hubo agresión sexual. Asimismo, gana fuerza la hipótesis de que el asesino volvió a actuar en el mismo lugar porque la primera vez le salió bien.

También complica la investigación la pulcritud con que actuó. Y es que a pesar de acuchillar hasta la muerte a la primera mujer y golpear repetidas veces a la segunda, no dejó rastro alguno sobre los cadáveres. Lo único que encontró la policía en el aparcamiento fueron dos bolsas de plástico. En el primer asesinato la bolsa cubría parte del cuerpo de la mujer. En el segundo le tapaba la cabeza.

Al aparcamiento, de cuatro en cuatro

"No bajen solos al aparcamiento; si pueden, pónganse de acuerdo con tres o cuatro vecinos y saquen el coche juntos". Ésta fue la recomendación que recibieron los vecinos del Putxet que anoche acudieron a una reunión informativa con el concejal de distrito, Carles Martí, y un representante del Cuerpo Nacional de Policía. El mensaje fue claro: la policía estará en el barrio y velará por la seguridad, pero los vecinos también deben colaborar en hacer del Putxet una zona segura. En otras palabras, les recomendaron autoprotección.Malhumorados unos, defraudados los otros, casi todos se fueron a regañadientes de una reunión en la que nadie les supo decir, a ciencia cierta, cuántos agentes estaban velando por su seguridad ni qué hizo la policía para evitar un segundo asesinato cuando ya se había producido uno. Y el malestar se dejó sentir incluso en la calle, donde algunas vecinas, a la salida de la reunión, improvisaron auténticas ruedas de prensa. Querían hacerse escuchar, explicar que sienten miedo y que contra este sentimiento no hay fórmulas mágicas. "¿A cuántas mujeres más tiene que cargarse el tipo este para que pongan remedio a esta situación?" Se preguntaba, indignada, una vecina. Dentro, todo estuvo más calmado. La presidenta de la asociación de vecinos, Mónica Marambio, intentó imponer la calma. "Necesitamos serenidad, no alarmismo", repitió una y otra vez antes de reconocer la labor de la policía e insistir en que el miedo que tiene mucha gente en El Putxet puede combatirse con estrategias de "buena vecindad". "Todos deberíamos poder llamar a algún vecino o conocido cuando llegamos a casa y poderle decir que estamos bien. Esto nos haría sentir más seguros", afirmó Marambio, quien también defendió la labor de las administraciones. "Nadie podía prever que tras el primer asesinato, vendría otro y en el mismo lugar; esto es algo que nunca había pasado en Barcelona", afirmó.Sobre la presencia de policía en la zona, el concejal de distrito aseguró que, aparte de un número indeterminado de agentes del Cuerpo Nacional de Policía, una patrulla de la Guardia Urbana vigila el barrio de día y de noche. Los vecinos reclamaron a la Delegación del Gobierno que cumpla con su compromiso de aumentar la presencia policial en el barrio mientras no se detenga al asesino de las dos mujeres.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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