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Reportaje:

Al final, Lorca estaba vivo

Miguel Hermoso estrena en Granada 'La luz prodigiosa', una fábula basada en el rumor de que el poeta no fue asesinado

¿Qué habría sucedido si Jesucristo no hubiese muerto crucificado, sino de pura vejez? Probablemente, hoy no existiría el cristianismo, o sería algo distinto. ¿Y si Federico García Lorca hubiese sobrevivido a su ejecución entre Víznar y Alfacar? ¿Cuántas elegías poéticas, libros, estudios, investigaciones, discos, homenajes y rumores no habrían visto la luz? Ésa es el origen, como fábula, de la última película del granadino Miguel Hermoso, La luz prodigiosa, basada en una novela de Fernando Marías y con Alfredo Landa, Nino Manfredi y Kiti Manver como principales actores: la posibilidad de que Lorca no hubiera muerto ejecutado y hubiera terminado sus días como un vagabundo cualquiera por Granada.

"Es una historia sencilla, divertida y entrañable que captura tu interés a los cinco minutos de comenzar y no te suelta hasta el final". Así define Miguel Hermoso su propio filme, estrenado anoche en primicia en Granada, antes de que lo haga en el resto del país el día 31. "La película no cuenta ningún pasaje biográfico de la vida de Lorca. Federico es más bien un mito y una alegoría. A través de esa historia llegamos a hacernos algunas reflexiones sobre la solidaridad humana, o cómo se trata a los artistas desconocidos y anónimos".

¿Y cuál es la historia? Algo sobre lo que ya se rumoreó mucho en su tiempo. En agosto de 1936, un pastor encuentra agonizante en el campo a un hombre al que han fusilado y dado por muerto sus ejecutores. Lo recoge y lo lleva a un asilo en donde vivirá en estado semivegetal. Muchos años después, en 1980, el pastor regresa a Granada y descubre a aquel hombre como un mendigo pidiendo por las calles de la ciudad. Un hecho fortuito apunta a la posibilidad de que el vagabundo sea Federico García Lorca.

"Por encima de la tragedia de su asesinato", señalaba ayer Hermoso, "lo que la historia plantea es la tragedia íntima de Federico de venir a Granada, a su ciudad, pensando que iba a sentirse más protegido, y encontrarse de pronto perseguido, acosado y, finalmente, fusilado por sus propios paisanos. Es algo de lo que nos avergonzamos todos los granadinos".

Hermoso señaló que algunas de las sentencias que se pronuncian en la película en boca de distintos personajes no se habrían producido de no ser él granadino. En un determinado momento, uno de los personajes dice: "Granada no ha tenido cojones de asumir su muerte". "Como granadino", apuntó Hermoso, "yo tengo todo el derecho a decir eso, a hablar del sentimiento de vergüenza en la ciudad por haber permitido aquella muerte".

El director dijo no temer a las polémicas que siempre envuelven a las películas que se hacen con Lorca como personaje, como fue el caso del controvertido estreno en la ciudad de Muerte en Granada, protagonizada por Andy García. "Esta película", señaló, "no deja de ser una ficción. El filme ni afirma ni niega la posibilidad de que fuese fusilado. El final es ambiguo porque queríamos que Lorca permaneciera así, en el limbo".

El director se lamentó, por otra parte, de que la familia del poeta haya hecho un "no comment" respecto al estreno. "No han querido participar y, sin embargo, para mí, sus opiniones son de las que más me interesan. Me gustaría saber qué opinan Laura García Lorca o Manuel Fernández Montesinos. Supongo que estarán un poco renuentes".

También habló de la posibilidad de buscar su tumba y recuperar su cadáver. "Supongo que él preferiría que todo el mundo pudiera tener acceso a sus obras, mucho mejor que hacer romerías a su tumba".

Un mito para el cine mundial

Lorca es quizá uno de los grandes iconos del cine, porque su vida y su muerte son casi de manual para una leyenda cinematográfica: un poeta inocente, infantil, solidario con los pobres, marginal, homosexual, pero valiente en su poesía, provoca al sistema con sus versos, un sistema simbolizado por el fascismo. Lorca, como en la leyenda de Samarcanda, huye de Madrid a Granada para escapar de la muerte sin saber que la muerte ya lo está esperando en Granada. Y que entre sus ejecutores, hay muchos que le conocen.Todo eso, unido a su pasión y crucifixión en el Calvario, entre los pueblos de Víznar y Alfacar, hizo que, nada más llegar la democracia, Lorca fuera convertido al celuloide. Jaime Chávarri rodó en 1977 A un dios desconocido, con Héctor Alterio y Xabier Elorriaga como principales actores. Años después, Jaime Camino, en 1984, rodó El balcón abierto, una película en la que no se veía al poeta en ningún momento porque era el poeta quien veía a los demás: la cámara eran sus ojos y él contaba su vida desde dentro.Dos años después, Juan Antonio Bardem rodó Lorca, muerte de un poeta, una serie de seis capítulos para TVE que fueron emitidos en horario de máxima audiencia. La serie se mostró también en formato de película de dos horas de duración y que exhibía un gran rigor biográfico, ya que contaba con el asesoramiento de Ian Gibson. La película, sin embargo, adolecía de elementos dramáticos y fue criticada por resultar demasiado documental.Todo lo contrario le ocurrió al director portorriqueño Marcos Zurinaga, que quiso convertir a García Lorca en un personaje de Hollywood con Muerte en Granada (1997), un thriller que contaba con un elenco de lujo, como Andy García en el papel de Lorca, Edward James Olmos, Jeroen Krabbe o Esai Morales, y que giraba en torno a quiénes podrían haber sido los verdaderos asesinos de Lorca y cuáles fueron sus motivos. La película fue duramente criticada en todo el país después de que la familia del poeta la calificara como "una americanada". Muerte en Granada cuenta, sin embargo, con una de las mejores interpretaciones del personaje de Lorca, como refirieron los amigos que le conocieron en vida.

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