¿Se puede bajar el precio de una novedad discográfica?

El 90,5% de los españoles que compran discos piratas lo hacen porque "son más baratos". Este dato, que se desprende de un estudio publicado por la SGAE en noviembre de 2002, convierte al precio del disco en un elemento clave en la lucha contra la piratería.

El precio medio de una novedad discográfica, sin contar con las cada vez más frecuentes ofertas, supera los 15 euros. En las mantas se pueden comprar a dos euros. "Me resisto a poner en relación el precio con un hecho delictivo como es la piratería", dice Carlos Grande, presidente de la Asociación Fonográfica y Videográfica Española. "Estamos en un mercado muy competitivo, y las leyes del mercado marcan el precio".

Detrás de un disco terminado hay un largo proceso que encarece necesariamente el producto final. Y eso sin contar con los gastos de promoción, que cada vez son mayores. En las navidades de 2001, por ejemplo, había 180 campañas de promoción en televisión intentando vender música. Por todo ello, la industria nunca podrá competir en precio con alguien que coge el producto terminado, lo copia y lo vende.

Determinar qué porcentaje del precio de venta al público de una novedad discográfica se lleva cada eslabón de la cadena es complicado. Las distintas versiones varían ostensiblemente. Lo que es seguro es que el 16% del precio de venta al público va a parar a las arcas del Estado en concepto de IVA. El tipo del 16% es el aplicado a productos considerados de lujo. Otros productos, como los libros o los periódicos, soportan un IVA reducido del 4%. En Estados Unidos, los discos soportan unos impuestos indirectos de alrededor del 4%. La reducción del tipo IVA es una reivindicación unánime en la industria. Y la decisión de bajarlo compete a las autoridades europeas.