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Piqué defiende a Aznar de los "insultos" de CiU y recuerda a Pujol que gobierna gracias al apoyo del Partido Popular

El presidente del Partido Popular (PP) de Cataluña, Josep Piqué, aseguró ayer que cuando el presidente del Gobierno, José María Aznar, habló hace una semana de "los guetos culturales e identitarios" no estaba haciendo referencia a Cataluña. "Ninguna persona que tenga un mínimo de honestidad intelectual podía deducir que las palabras de Aznar hablando de gueto iba dirigidas a Cataluña", aseguró el ministro de Ciencia y Tecnología en Manresa (Bages).

Piqué presentó ayer en Manresa a los candidatos de algunas de las principales ciudades de las comarcas del interior de Cataluña, en la segunda convención municipalista organizada por el partido de cara a las próximas elecciones. A diferencia de lo que sucedió en las tierras del Ebro, donde fue abucheado por activistas antitrasvase, ayer no hubo ningún incidente y la visita de Piqué transcurrió con total normalidad.

Las críticas que ha recibido Aznar desde el nacionalismo son sólo excusas para profundizar en la política de acercamientos y distanciamientos de CiU, según Piqué, quien recordó a los dirigentes nacionalistas que Jordi Pujol gobierna Cataluña desde 1995 gracias al apoyo del PP. Piqué se mostró especialmente molesto con el conseller en cap, Artur Mas, por elevar el tono de la crítica hasta el "insulto".

Según Piqué, la utilización política de las palabras de Aznar es propia de personas "enfermas", pero permite a los nacionalistas afirmar que les es "difícil aguantar más en esta situación y aprovechan para reclamar una reforma del Estatuto". Piqué considera que CiU busca "cualquier excusa para reclamar" y, en tono jocoso, afirmó: "Cada vez que surge un problema, cada vez que se escapa un preso, que es bastante a menudo, la respuesta es que necesitamos un nuevo Estatuto".

El presidente de los populares catalanes, que defendió a su presidente pero lamentó las palabras del presidente del Tribunal Constitucional, no cerró las puertas del todo a una eventual reforma del Estatuto, aunque admitió que no entra en sus planes porque "no es una petición social". "No sacralizamos nada, creemos en la Constitución, en el Estatuto, en la estabilidad, pensamos que en estos momentos no hay una demanda social para hacer estos cambios y, ya nos va bien", sentenció, para acabar afirmando: "Si algún día se dignan a decirnos qué quieren reformar del Estatuto lo podremos evaluar".

El ministro de Ciencia y Tecnología estuvo precedido por el candidato del PP en Manresa, Xavier Javaloyes, quien censuró que el alcalde de dicha localidad, el socialista Jordi Valls, estuviese presente en la fiesta del Ramadán de la comunidad musulmana y "en cambio, no acuda a la misa de Nochebuena o a la misa de los difuntos", lo que arrancó fuertes aplausos.

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