La paz protagoniza el debate en Porto Alegre
Se inauguró ayer el III Foro Social Mundial de Porto Alegre bajo el contagio del lema Lula, paz y amor. Es la reunión con mayor participación mundial y el ambiente es más de alegría que de protesta. La gran marcha de ayer tarde atravesando la ciudad, al retoque de los Tambores de la Paz y armonizada por los cantos del Foro Coral Mundial, con los cantores vestidos de blanco, fue una manifestación más contra la guerra que contra la globalización.
El próximo Foro Social ya no será en Porto Alegre ni en Brasil. Será en India. Aquí las reivindicaciones de una política más enfocada hacia los pobres y menos neoliberal han llegado al poder con la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva. De hecho, por primera vez en Porto Alegre estarán presentes un presidente de la República y medio Gobierno, algo impensable en las dos pasadas ediciones de un foro que era fundamentalmente anti-Davos y que no admitía entre sus filas a gobernantes ni a banqueros. Los inventores del Foro Social Mundial piensan que ha llegado la hora de celebrarlo en un lugar donde puedan asistir los verdaderos pobres de la Tierra. Y han pensando en India.
Paseando ayer por la capital gaucha, parecía como un gran mercado mundial de ideas y de propuestas, con más de 1.700 actos programados. Todos mezclados: el guru indígena mexicano Viento Eléctrico con el famoso intelectual Noam Chomski, los activistas zapatistas con el economista egipcio Samir Amin. Cada movimiento de la izquierda del mundo, cada ONG llegada de 128 países distintos, cada asociación civil o religiosa, ofrecía ayer en Porto Alegre sus mercancías ideológicas. El común denominador era el no a la guerra, la búsqueda de caminos alternativos al neoliberalismo y la lucha contra el hambre.
Una enmienda redactada por la diputada socialista española Leire Pajín, que será incluida en la declaración final del foro, se muestra a favor de dar más tiempo a los inspectores de la ONU y pide a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad que ejerzan su derecho a un "veto por la paz" que evite la guerra en Irak.
El número de jóvenes llegados de todo el mundo a Porto Alegre dobló el del año pasado. En el Parque de la Armonía se reúnen 30.000 de todas las razas y credos. Todos esperando la gran manifestación de esta tarde a orillas del río Guaíba para escuchar a Lula, que fue y sigue siendo la gran estrella del Foro de Porto Alegre, "la esperanza de días mejores", como lo bautizó ayer Mario Soares, ex presidente de Portugal, presente en el Foro.
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