Sociedad de Bienestar, pero menos

La Comunidad Valenciana, que pasa por ser una zona cuyo nivel de bienestar supera la media española y cuyo índice de calidad de vida la sitúa entre las primeras del país -según algunas estadísticas oficiales-, presenta varios agujeros que cuestionan esas cifras. Así se desprende de algunos datos que refleja el reciente Anuario Social de España 2003 elaborado por la Fundación La Caixa. Por ejemplo, en materia de residencias para la tercera edad y en el campo de la llamada sociedad de la información.

Por lo que se refiere a esta última cuestión, si hace sólo unas semanas el Estudio General de Medios (EGM), así como el Instituto Nacional de Estadística (INE) venían a enmendar la plana al Infobarómetro elaborado por el Centro Valenciano para la Sociedad de la Información (Cevalsi), ahora es el citado anuario de La Caixa el que incide en el asunto: según su estudio, la Comunidad Valenciana ocupaba en el año 2001 el sexto lugar en cuanto al porcentaje de hogares con ordenador (33,3%, justo la media española) y el noveno en lo referente a los hogares con conexión a internet (16,9%, frente una media nacional del 18,6% e inferior al 17,4% que refleja el estudio del Cevalsi). País Vasco, Cataluña y Madrid ocupan en ambos casos los tres primeros puestos. En el primero, el de hogares con ordenador, Navarra y Baleares se sitúan por delante de la Comunidad Valenciana; y en el de hogares conectados a Internet están por delante de los valencianos Baleares, Canarias, Cantabria, Asturias y Navarra. El vicepresidente del Consell José Joaquín Ripoll, justificó la disparidad de datos entre el EGM, el INE y el Cevalsi por la diferente metodología aplicada por estas entidades para sus respectivos estudios.

El informe contradice los datos oficiales sobre la informatización de los hogares valencianos

El otro punto negativo del estudio de La Caixa, que contrasta también con la imagen de la Comunidad Valenciana que se nos vende habitualmente desde la Administración, es el referido a las residencias para personas mayores. En este aspecto la Comunidad Valenciana se sitúa en el furgón de cola: ocupa el número 14, con 23,7 plazas por cada mil habitantes de 65 o más años, frente a las 57,6 con que cuenta Castilla-León, las 55,3 de Castilla La Mancha, o las 49,2 de La Rioja. En esta clasificación sólo se sitúan por detrás de la Comunidad Valenciana, Andalucía (22,6), Ceuta (22,4), Canarias (20,2), Galicia (17,7) y Murcia, con 17,3 plazas en residencias de tercera edad por cada millar de habitantes de 65 o más años. La media española se sitúa en 34,5 plazas.

El Anuario Social de España 2003 de la citada entidad financiera catalana mide el índice de bienestar en el conjunto de las provincias españolas, con una escala de 0 a 10 puntos (la media española es de 5,5) a partir de 14 indicadores sobre los niveles de renta, la salud y los servicios sanitarios, la educación, el medio ambiente y la seguridad ciudadana, entre otros. En el apartado de bienestar social, la Comunidad Valenciana ocupa el sexto lugar, con 8 puntos, por detrás de Cataluña (10), Madrid (10), Navarra (10), Baleares (9) y Cantabria (8). El País Vasco y La Rioja obtienen también 8 puntos.

En cuanto al nivel de renta, la Comunidad Valenciana ocupa el décimo lugar, con 5 puntos. Baleares lidera esta clasificación, con 9 puntos, y le siguen, con idéntica puntuación, Cataluña, Madrid, Navarra y el País Vasco. Riojanos, aragoneses, cántabros y castellano-leoneses también se sitúan por delante de los valencianos. En el siguiente índice, el de salud, el estudio sitúa a la Comunidad Valenciana, con 4 puntos, en el 12º puesto, el mismo que ocupa en el apartado de servicios sanitarios -con 5 puntos en este caso y la peor ratio de plazas hospitalarias, con sólo tres camas por cada mil habitantes- y en el nivel educativo (con seis puntos). La peor clasificación de la Comunidad Valenciana se registra en el apartado de seguridad ciudadana y medioambiental: ocupa el puesto número 13, con cinco puntos, aunque tiene por detrás a Madrid, Murcia, Navarra y el País Vasco, que ocupa el último lugar, con sólo un punto.