Una mujer pierde los pechos tras recibir clandestinamente un implante de silicona en una peluquería de Lanzarote

La Guardia Civil de Arrecife (la capital de la isla canaria de Lanzarote) detuvo ayer a un hombre y dos mujeres por implantar ilegalmente aceite de silicona en los pechos y caras de centenares de mujeres. Las intervenciones se practicaban en dos peluquerías. A raíz de un implante, una mujer perdió los pechos. A los sospechosos, que anoche estaban en libertad a la espera de juicio, se les imputan tres delitos contra la salud pública, intrusismo y lesiones imprudentes.

La investigación comenzó hace tres meses tras la denuncia de Ricardo Cortés, médico especializado en cirugía plástica a cuya consulta llegó una mujer con una lesión irreparable en ambos pechos, que obligaron a su extirpación. "La historia que me contó era tan esperpéntica que no me la creí hasta que vi las mamografías", recuerda Cortés. Esta prueba reveló unos pechos llenos de bultos de silicona, sustancia prohibida por el Ministerio de Sanidad para este uso. La paciente había acudido dos años atrás a la peluquería ahora denunciada y se había sometido a varias inyecciones de aceite de silicona por personal sin ninguna preparación. A la vista de las molestias, la mujer acudió a la consulta de Cortés (que ayer mismo vio a otras tres pacientes con silicona implantada con igual método). El médico recomendó una mastectomía subcutánea urgente y la sustitución del volumen mamario por un implante. Asimismo, denunció el caso ante la Guardia Civil.

La investigación policial sostiene que el hombre, P. A. S. C., de 48 años, se desplazaba regularmente a Arrecife para inyectarle a las clientas en pechos o cara aceite líquido de silicona, que previamente había adquirido en las farmacias sin receta médica. Cada mujer había abonado unos 180 euros por inyección, una pequeña parte de esa cantidad se destinaba a las propietarias de las peluquerías, D. M. L. V, de 30 años, y M. D. M. P., de 46. Las intervenciones se practicaban en las salas de depilaciones, de forma ilegal, por personas sin conocimientos en la disciplina y aplicando anestesia local, sin supervisión de ningún especialista. La Guardia Civil ha habilitado los números de teléfono 928 592 400, 928 592 100 o 062 para recibir nuevas denuncias.