Segovia festeja el centenario de Esteban Vicente, el maestro español de la Escuela de Nueva York
La obra del pintor participará en un 'diálogo visual' con la de Zurbarán y Juan Gris
Segovia celebra el centenario del pintor Esteban Vicente, uno de los grandes nombres del arte español y americano del siglo XX, adscrito a la llamada Escuela de Nueva York, aunque su filosofía anarquista le hacía rechazar cualquier vinculación con los movimientos artísticos de la época. Representante del expresionismo abstracto norteamericano, nacido en la localidad segoviana de Turégano el 20 de enero de 1903, donde su padre estaba destinado como guardia civil, recordaba insistentemente que "hablar de escuelas es una manera de evitar la responsabilidad de cada uno".
"Las escuelas forman parte de la política, y yo soy anarquista", solía decir Esteban Vicente, y su obra, evocadora de paisajes interiores a base de vibrantes armonías cromáticas, figura hoy en más de cien museos y colecciones, especialmente en Estados Unidos y otros países americanos.
Vicente, cuya pintura constituía un contrapunto plástico de la poesía de la generación del 27, fue un gran desconocido en España, de donde salió por primera vez en 1929, viajando a París, hasta fijar su residencia en Nueva York en 1936. Allí consolidó un estilo personal e inconfundible y entabló amistad con artistas como Rothko, De Kooning, Pollock, Kline y Newman, así como con los críticos Harold Rosenberg y Thomas B. Hess.
El reencuentro con su tierra -"yo soy un pintor americano, pero mis raíces están en España y mis maestros son Velázquez, Zurbarán y Goya"- se inicia en 1987, a raíz de una antológica del Banco Exterior. Después le llegarían diversos galardones, pero lo que le causó más emoción fue la apertura del Museo de Arte Contemporáneo de Segovia en 1997, que lleva su nombre y donde hoy reposan sus cenizas, tras su muerte en su casa de Bridgehampton (Long Island), el 11 de enero de 2001, poco antes de cumplir 98 años.
La aventura, promovida por la Diputación Provincial, en la que participan otras instituciones y empresas privadas, comenzó con la restauración de parte del antiguo palacio medieval de Enrique IV. Esteban Vicente y su esposa Harriet Godfrey realizaron una donación de 148 obras.
Para la directora del museo, Ana Martínez de Aguilar, Esteban Vicente "proporciona una conexión directa de Nueva York con Segovia, con unas posibilidades muy grandes de apertura mental y de sensibilidades". Además, la responsable de las salas piensa que dedicarlo a este artista fue "un acierto total", y matiza: "Hay que dar gracias a su amplitud de miras y a su generosidad, porque no quiso nunca que fuera un museo mausoleo o dedicado exclusivamente a su persona, sino la disculpa para que tuvieran cabida muchos otros artistas; lo concebía como un centro de recepción, contemplación y educación".
Teniendo como fuente de inspiración a Esteban Vicente, su cultura, su figura, sus maestros, sus discípulos y sus compañeros de viaje, con motivo del centenario el museo organizará varias actividades en torno a tres exposiciones. La primera, que se inaugurará el 28 de enero, con el título Zurbarán, Juan Gris, Esteban Vicente. Una tradición española de la modernidad, trata de provocar un diálogo visual entre siglos, partiendo de lo que el artista castellano había manifestado en repetidas ocasiones: sentirse heredero de una serie de maestros de la pintura española que conforman una tradición caracterizada por la presencia de la luz, la armonía cromática y un tipo de composiciones angulosas y austeras, encarnada por Zurbarán y Juan Gris, frente a la más conocida, mucho más expresionista, emparentada con una adscripción romántica, de la España negra.
En total se colgarán 11 obras de los tres pintores para establecer estos guiños de relación, mientras que por el resto de las salas se distribuirá una selección de la donación de Esteban Vicente que muestra la evolución de su periodo de madurez.
La segunda exposición, para primavera, recreará el mundo de Esteban Vicente antes de su marcha a Estados Unidos y la de los pintores con los que compartió su aventura artística, como Juan Bonafé -compañero de exposición en el Ateneo de Madrid-, Francisco Bores, el Salvador Dalí presurrealista, Ángel Ferrant, Pedro Flores, Ramón Gaya, el polaco Wladyslaw Jahl, el francés Fréderic Macé, Soledad Martínez y su hermano Eduardo Vicente, entre otros.
Con el paréntesis del verano, donde se presentará la totalidad de la colección permanente del museo, en el otoño, la tercera exposición estará centrada en el expresionismo abstracto americano en las colecciones españolas, donde se aportará una serie de estudios sobre la relación de Esteban Vicente con este movimiento y obras de los artistas que terminaron siendo conocidos como la primera generación de la Escuela de Nueva York del expresionismo abstracto norteamericano.
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