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Lula rechaza la petición de Chávez de ampliar el Grupo de Países Amigos de Venezuela

El presidente venezolano amenaza con abandonar las negociaciones con la oposición

El presidente venezolano, Hugo Chávez, fracasó ayer en su empeño de ampliar o reformular el Grupo de Países Amigos que intentará buscar una salida democrática a la crisis política. Chávez viajó de emergencia a Brasil para tratar de convencer a su colega Luis Inácio Lula da Silva de que lo ayudase en ese esfuerzo, pero, tras cuatro horas de reunión, no logró ningún cambio. El Grupo de Amigos lo forman España, Portugal, EE UU, México, Brasil y Chile. Chávez quería añadir China, Rusia, Jamaica, Cuba y Trinidad y Tobago.

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El ministro de Exteriores brasileño, Celso Amorín, dijo tras el encuentro que Chávez había aceptado mantener la integración acordada del mecanismo diplomático. "Hemos explicado que el equilibrio es delicado, que es importante que represente diferentes opiniones porque es la única manera de empezar el diálogo", subrayó Amorín. El ministro inistió en que la posición de Brasil en este proceso es la de colaborar en el intento de "calmar los ánimos en Venezuela y en que los venezolanos encuentren un medio de superar el periodo actual en el marco de la Constitución, dentro de las normas democráticas, y de manera pacífica".

El revés complica aún más el escenario internacional para Chávez, quien en una inesperada participación telefónica en un programa del canal televisivo del Estado, en horas de la madrugada del sábado, anunció que el Gobierno estudiará durante este fin de semana la posibilidad de abandonar la Mesa de Negociación y Acuerdos en la que actúa como facilitador el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria. "La Coordinadora Democrática es un sector fascista y golpista y con esa gente no se puede negociar. Hay que derrotarlos", dijo Chávez, que en los últimos días ha mantenido conversaciones con dos veteranos dirigentes políticos, a quienes considera encarnación de la oposición democrática: el presidente del partido socialcristiano Copei, Eduardo Fernández ,y el ex dirigente socialista Teodoro Petkoff, actualmente director del periódico Tal Cual, considerado por los adversarios del Gobierno como moderadamente antichavista.

Ambos líderes y el ex candidato socialdemócrata Claudio Fermín, deberían, en opinión de Chávez, tomar el relevo en las conversaciones para encontrar una salida a la crisis que auspicia Gaviria. El presidente aseguró que los tres "se han distanciado de las corrientes golpistas" que actualmente, a su juicio, tienen la hegemonía en la Coordinadora Democrática.

El portavoz y representante de la Coordinadora en la Mesa de Negociación, Alejandro Armas, respondió que Chávez "no puede imponerle a la oposición su representantes en la mesa" y señaló que la intención del presidente es abrir "una tertulia inocua" con grupos de oposición "que son de su agrado".

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La oposición informó ayer de que seguirá en la Mesa de Negociación y acusó al Gobierno de querer dinamitar todos los mecanismos de supervisión internacional de la crisis. "Si el Gobierno quiere irse, es problema de ellos. Es obvio que quieren liquidar la mesa de negociación y que tampoco les gusta el Grupo de Amigos. No les interesa que los ojos de la comunidad internacional estén presentes", declaró Timoteo Zambrano, uno de los seis negociadores de la Coordinadora Democrática.

Manifestación contra Hugo Chávez, ayer, ante la Embajada de Venezuela en Madrid.
Manifestación contra Hugo Chávez, ayer, ante la Embajada de Venezuela en Madrid.CLAUDIO ÁLVAREZ

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