Rouco tacha de "éticamente inaceptable" una guerra preventiva

"Una guerra calificada de preventiva no es éticamente aceptable desde el punto de vista de la misión católica. Es muy difícil que en una guerra defensiva queden íntegros y salvados todos los bienes de las personas que están en juego", dijo ayer el cardenal de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco. Asumía así "plenamente" el criterio de Juan Pablo II en el sentido de que una guerra preventiva en Irak no está justificada y se alejaba de las tesis del presidente del Gobierno y líder del PP, José María Aznar, con quien el cardenal mantiene relaciones excelentes.

Rouco Varela, investido ayer en Pamplona doctor honoris causa en la Universidad de Navarra, del Opus Dei, también señaló que una guerra preventiva sólo estaría justificada "en caso de una necesidad de defensa y teniendo en cuenta que todos los bienes que están en juego, sobre todo los de los sectores más débiles de la población civil, tienen que ser salvados".

El apoyo del cardenal Rouco a las posiciones del Vaticano, firmemente contrarias a la guerra contra Irak (la Santa Sede ya se opuso, entonces en solitario, a la guerra del Golfo, hace 12 años), subraya la sintonía del influyente prelado español con las tesis de Roma, que ayer puso de manifiesto una vez más negando cualquier unión de las diócesis vascas y navarra en una única provincia eclesiástica, como ya tienen los prelados catalanes y se ha apuntado desde algunos sectores eclesiásticos.

"Es una noticia sin fundamento alguno, una fantasía que uno no entiende de dónde la sacan", dijo el líder de la Conferencia Episcopal, negando que se está tratando en este momento nada que tenga que ver con el mapa territorial de las diócesis en España porque, dijo, "la instancia canónicamente competente en este tipo de actuaciones es la Santa Sede".