La oposición celebra como un triunfo la creación del Grupo de Países Amigos de Venezuela
La oposición se adjudica como un triunfo la designación del Grupo de Países Amigos de Venezuela, que integrarán España, Portugal, Estados Unidos, Brasil, Chile y México, acordada el miércoles en Quito. Juan Rafalli, uno de los asesores de la coalición opositora Coordinadora Democrática en la mesa de negociación que facilita la Organización de Estados Americanos (OEA), señaló que se trata de un refuerzo concreto a las gestiones de ésta en busca de una salida democrática, electoral y constitucional a la crisis política.
Rafalli elogió la pluralidad del grupo, tanto en el sentido geográfico (hay países de América y de Europa) como respecto a las posiciones que han asumido respecto a la situación venezolana. "Es un Grupo de Amigos del país, no de Chávez, como pretendía el Gobierno para debilitar a la Mesa. Por el contrario, le dará un nuevo aire pues podrá proponer salidas y servir de garante para que se hagan efectivas", expresó. El consejero opositor estima que el peso específico de los países americanos presentes permitirá que eventualmente se pongan en marcha mecanismos de la OEA que hasta ahora el Ejecutivo ha rehuido, como sería una reunión de cancilleres. "Lo más importante es que hay plena conciencia internacional acerca de la magnitud de la crisis venezolana", añadió Rafalli.
Mientras tanto, los sectores radicales de la oposición desconfían no tanto del grupo, sino de la voluntad del Gobierno para atender sus propuestas. "Hay un Grupo de Amigos, pero no tenemos que hacer lo que ellos digan. Así que ese grupo de amigos se va a dar cuenta de con quién están hablando", dijo el general Néstor González González, uno de los militares que han sido declarados en desobediencia, atrincherados en la plaza de Altamira desde octubre pasado.
Del lado gubernamental, el presidente de la Asamblea Nacional, Francisco Ameliach, calificó de "excelente" la formación del Grupo de Amigos, pero deslizó que "si bien la comunidad internacional está preocupada por lo que pasa en Venezuela, los venezolanos debemos procurar internamente resolver nuestros problemas con más tolerancia y racionalidad política".
Proceso constituyente
En el día 46 de la huelga convocada por la oposición, un sector de ésta lanzó ayer públicamente una propuesta nueva para resolver la crisis política: la convocatoria a otro proceso constituyente que permitiría no sólo reformar la Constitución, sino también disolver todos los poderes públicos, comenzando, desde luego, por el Gobierno de Hugo Chávez. El planteamiento es sostenido por el partido laborista La Causa R, cuyo líder, Andrés Velásquez, un ex obrero metalúrgico que ha sido tres veces candidato presidencial.
Otro portavoz de la Coordinadora Democrática, Jesús Torrealba, se apresuró a aclarar que tal propuesta es exclusiva de ese partido y no de la totalidad de la alianza, que sigue concentrando sus esfuerzos en el referéndum consultivo previsto para el próximo 2 de febrero.
Por otra parte, ayer continuó la incertidumbre en torno a si esta consulta se llevará a cabo, pues el Tribunal Supremo de Justicia estuvo dedicado a los actos protocolares por el inicio del año judicial. El TSJ debe decidir si suspende el referéndum consultivo, como lo plantea un proyecto de sentencia en discusión.
