Un economista releva a Castañeda en la diplomacia mexicana
El nuevo secretario (ministro) de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, de 58 años, anterior titular de Economía, asumió ayer funciones con una primera gestión en su agenda: la eventual participación de México en el Grupo de Amigos de Venezuela. No obstante, la renuncia del anterior canciller, Jorge Castañeda, cuyas causas trascienden su frustración por el bloqueo de acuerdo migratorio con EE UU, permite suponer que la política exterior mexicana será menos activa políticamente y más dinámica en la promoción del comercio.
Obligado a cerrar filas con vistas a las legislativas de julio próximo, que renovarán la Cámara de Diputados, la salida de Castañeda fue aprovechada por el presidente, Vicente Fox, para reforzar la presencia de su partido, el conservador Partido Acción Nacional (PAN), en el Gabinete. Castañeda procedía de la intelectualidad de izquierdas y su incorporación al Gobierno de la transición fue coyuntural. Derbez y su sustituto, Fernando Canales, gobernador del Estado de Nuevo León, son miembros del partido y cercanos ideológicamente al presidente. "Continuaremos con las líneas de cambio que nos hemos trazado en la política exterior, siempre en el marco de los objetivos de una política de Estado que están claramente definidos en nuestra Carta Magna: la autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de controversias", declaró Fox.
La prioridad de la economía
La diplomacia mexicana, según Derbez, ya no debe ser sólo un instrumento central en la preservación de la soberanía y la seguridad nacionales, sino convertirse además en una palanca para promover el desarrollo socioeconómico de México. Nada nuevo. Habrá que esperar a la práctica política para comprobar si la economía establece su primacía. De momento, la política impone las prioridades. El primer trabajo del nuevo ministro será definir la posible entrada de México en el grupo de países y personalidades que preparan su mediación en la crisis venezolana. Fox se manifestó dispuesto a formar parte de la nueva instancia mediadora, más fácil con Derbez, según los primeros análisis. Castañeda defendió las tesis de Chávez cuando ganó las generales del 6 de diciembre de 1988, derrotando a los viejos partidos tradicionales, pero marcó distancia con el ex teniente coronel al observar en su mandato un sesgo autoritario y la exclusión de la discrepancia.
Las críticas del ex canciller a Brasil, cuando despachó un petrolero con gasolina para ayudar a Chávez, le granjearon la antipatía del chavismo y el aplauso de la oposición. La entrada en liza de Derbez facilitará, según los analistas, la mediación de México al ser considerado "más neutral". Su perfil es eminentemente económico pero tiene también experiencia internacional. Funcionario del Banco Mundial entre 1983 y 1997, asesoró en México a las empresas Visa, Vitro y Cervecería Cuauhtémoc y fue consultor independiente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington.
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