Los nuevos anticonceptivos para la mujer amplían las posibilidades de elección
Tras un paréntesis sin innovaciones aparece en EE UU un amplio surtido de métodos
Tras años de poca innovación en el control de la natalidad, está apareciendo un nuevo surtido de métodos que ofrecen una amplia variedad de elección, incluido un parche cutáneo que se cambia semanalmente, un DIU mejorado con hormonas y un procedimiento de esterilización permanente que no requiere anestesia.
Todos los nuevos anticonceptivos van dirigidos a las mujeres, y ninguno de ellos ofrece protección demostrada contra las enfermedades de transmisión sexual. Pero los nuevos dispositivos ofrecen alternativas de larga duración a la píldora diaria y deberían haber llegado hace tiempo, en vista de la gran cantidad de embarazos no deseados que se producen cada año entre los adolescentes.
El método nuevo más popular es un parche cutáneo que se lleva tres semanas al mes
"Claramente no hemos solucionado las necesidades de contracepción", afirma Lawrence B. Finer, director adjunto de investigación del Instituto Alan Guttmacher, un grupo sin ánimo de lucro con base en Nueva York y dedicado a la salud sexual y reproductiva. La biología básica es una de las causantes del retraso de la tan esperada píldora masculina, ya que es más fácil suprimir un óvulo al mes que millones de espermatozoides continuamente.
La actual cosecha de anticonceptivos parece estar influida por la tormentosa historia de Norplant, un dispositivo presentado como la mayor innovación en el control de la natalidad desde la píldora, pero que fue retirado del mercado en julio pasado por la aparición de diversos efectos secundarios y otros problemas. Introducido en Estados Unidos en 1991, el sistema Norplant era un diminuto abanico de seis cilindros que liberaban hormonas y que un médico implantaba en la parte superior del brazo para evitar el embarazo durante un máximo de cinco años.
Ahora, los fabricantes de un nuevo implante, denominado Implanon, esperan captar el mercado de anticonceptivos de larga duración con una única varilla en lugar de las seis de Norplant y un insertador desechable para que resulte fácil ponerlo y quitarlo (uno de los problemas de Norplant). Igual que su antecesor, utiliza sólo progestina, una forma de la hormona progesterona, y se puede esperar que cause sangrados irregulares.
La idea también es que el Implanon se retire a los tres años, en lugar de a los cinco, para establecer un espaciamiento óptimo entre hijos, según Organon USA, fabricante del implante. La empresa espera poder empezar a vender el Implanon a comienzos de 2004.
La esterilización es el principal método de control de la natalidad, y el Essure, fabricado por Conceptus, es el primer método para mujeres que se puede aplicar sin anestesia general, indica Bacich. En un breve procedimiento de consulta ambulatoria, el médico inserta un estrecho catéter y libera un pequeño muelle metálico en cada una de las trompas de Falopio. Las espirales, que no llevan hormonas adjuntas, estimulan el crecimiento de tejido cicatricial y bloquean el flujo de óvulos. El par cuesta aproximadamente 950 euros.
El DIU Mirena, introducido hace un año por los laboratorios Berlex, es reversible pero está pensado para durar unos cinco años. Este DIU emite una progestina que espesa el moco cervical, haciéndolo impenetrable para los espermatozoides. Cuesta unos 550 euros.
Las píldoras siguen siendo la forma más popular de control reversible de la natalidad, con un dominio del 97% del mercado, según la empresa de investigación independiente IMS Health. Sin embargo, las combinaciones similares de estrógeno y progestina en formas alternativas están empezando a imponerse.
El más popular de los nuevos métodos es un parche cutáneo que se lleva durante tres semanas al mes en el abdomen, las nalgas o la parte superior del cuerpo, y que la usuaria puede cambiar con facilidad. Introducido en marzo, el parche Ortho Evra, fabricado por Ortho-McNeil, es ya la segunda forma más popular de anticonceptivo no oral en recetas y ventas. En las cifras dadas por IMS Health figura en segundo lugar Depo-Provera, la inyección contraceptiva de Pharmacia, aplicada una vez cada tres meses, que lleva ya 10 años en el mercado. El parche, que dura un mes y cuesta unos 30 euros, ha eclipsado a la inyección mensual Lunelle.
Otra alternativa es una anilla vaginal, pequeña y flexible, de Organon, denominada NuvaRing, introducida en junio, que también libera hormonas a través de la piel. Las mujeres la pueden insertar ellas mismas, como un diafragma, una vez cada tres semanas. La línea continua de hormonas liberada por las nuevas alternativas a la píldora es más eficaz y provoca menos náuseas que la punta y bajón hormonal que se pueden producir con las píldoras anticonceptivas.
Efecto hormonal a largo plazo
Los efectos a largo plazo de las hormonas anticonceptivas, que son similares a las usadas para la terapia de sustitución hormonal, siguen siendo objeto de estudio.
En el ensayo clínico Iniciativa de Salud de las Mujeres, que este verano reveló los riesgos de la terapia de sustitución hormonal ampliamente utilizada, se siguen estudiando los posibles efectos acumulativos del estrógeno y la progestina en mujeres que primero los toman para evitar el embarazo y después en la menopausia, como terapia de sustitución hormonal.
El ensayo, previsto para ocho años, tuvo que suspenderse en julio de 2002, cuando los investigadores concluyeron que la terapia de sustitución hormonal aumentaba ligeramente la incidencia de cáncer de mama, de infartos de miocardio y de ictus.
Pero los datos sobre los efectos hormonales a largo plazo se están analizando todavía, explica Margery Gass, profesora de la Universidad de Cincinnati y principal investigadora en el estudio de la terapia de sustitución hormonal. Los resultados deberían publicarse en los próximos meses.
Otro estudio estadounidense de gran alcance, el Women's Care, descubrió que las mujeres que tomaban píldoras anticonceptivas en algún momento de su vida no tenían más probabilidades de desarrollar cáncer de mama entre los 35 y los 64 años que aquellas que nunca habían utilizado anticonceptivos orales.
Los investigadores están todavía intentando determinar si las mujeres que tomaron píldoras anticonceptivas y terapia de sustitución hormonal tienen un riesgo más elevado.
La primera generación de mujeres que tomó la píldora en la década de 1960 acaba de llegar a la edad de utilización de la terapia de sustitución hormonal, "así que el jurado sigue debatiendo", declara Robert Spirtas, jefe de la sección de contracepción y salud reproductiva de los Institutos Nacionales de Salud.
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