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Eduardo Mendoza cree "insólita" la restauración de la catedral de Vitoria

El escritor participa en el programa de coloquios sobre el edificio

Eduardo Mendoza rechaza la división académica de las manifestaciones culturales con la misma prudencia incontestable con que hace un tiempo anunció el fin de la novela. El escritor estuvo ayer en Vitoria para reflexionar sobre el lugar que ocupan las creaciones artísticas en la vida cotidiana, dentro del programa Encuentros con la catedral. La trayectoria del propio templo, que visitó por la mañana, fue un aliciente más para la conferencia que dictó por la tarde ante un abarrotado auditorio.

Era la primera ocasión en la que Mendoza (Barcelona, 1943) visitaba Vitoria, ciudad a la que llegó en un día frío, poco atractivo en principio para la visita a un templo en obras, aunque sea una construcción gótica como la catedral de Santa María. Con ello y todo, el autor de La verdad sobre el caso Savolta disfrutó con el recorrido por esta restauración abierta al público. "Es un trabajo insólito, porque catedrales góticas hay otras, mejores y peores, pero no conocía una rehabilitación como esta. Me interesa mucho la historia de las ciudades y la función que desempeñan estas construcciones que fueron decisivas hace siglos y lo vuelven a ser ahora", comentó el novelista, tres horas después de iniciar el recorrido.

"La arquitectura vuelve a ser el referente de las ciudades, un signo de identidad desprendido ahora de cualquier referencia ideológica". Mendoza considera que este papel preferente está relacionado en buena parte con "esta época de viaje fácil que ha provocado un aumento de los lugares que hay que visitar a lo largo de la vida".

En tiempos precedentes, en palabras del autor de La ciudad de los prodigios o La isla inaudita, "las referencias eran San Pedro en el Vaticano o la torre Eiffel de París; ahora sólo hay que ver lo que ha supuesto el efecto Guggenheim en Bilbao y el País Vasco".

Vidrieras y fortaleza

El escritor considera que estos nuevos edificios emblemáticos tienen su principal función como punto de encuentro. Aunque no hay que olvidar que "las catedrales góticas siempre reflejarán los intereses de determinado poder económico o político; y no cabe duda de que esta exhibición de potencia también lo era de seguridad, porque quién colocaría esas frágiles vidrieras en unos tiempos convulsos si no el que tiene la confianza en la fortaleza de su ciudad.

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Pero lo importante de aquellos templos y las actuales grandes obras arquitectónicas es su capacidad de atraer a miles de personas. "No hay que olvidar el papel que jugó el Camino de Santiago y otras rutas de peregrinación menos importantes en Europa", agregó.

En realidad, al escritor catalán le interesa "antes que cómo está escrita una novela o construida una catedral, qué busca el lector de un libro o el usuario de la catedral, por qué acude al templo gótico y no a la mezquita o a la sinagoga cercanas". Y es que, al final, "una catedral es un intento de reproducir una ciudad contenida en un edificio", concluyó Mendoza.

De Vargas Llosa a Günter Grass

Mario Vargas Llosa cerrará en febrero, en una fecha aún sin concretar el programa Encuentros con la catedral que inauguró el novelista Ken Follet el 7 de octubre pasado y por el que han pasado Rosa Regás, Julio Llamazares y Eduardo Mendoza. Estas conferencias han tenido un éxito parejo al de las visitas al templo, que entre abril y diciembre de 2002 ha recibido más de 50.000 personas, el doble de las previstas.El ciclo de conferencias continuará el año que viene con nombres como el Nobel Günter Grass, Umberto Eco o Antonio Gala, mientras que la afluencia inesperada de visitantes a las obras ha llevado a los responsables de la Fundación Santa María a ampliar el periodo de visitas a todo el año. En principio, la tercera edición de los recorridos finalizaba el 31 de diciembre, pero tuvo que ampliarse hasta el 5 de enero. Antes de cumplirse esta fecha, las oficinas de la Fundación habían registrado ya más de 3.000 reservas, a las que pretende atender a partir de febrero.Este mes pasarán por el templo gótico centros escolares, asociaciones y colectivos que tenían ya comprometidas con antelación las visitas. La Fundación aprovechará para organizar el servicio de recorridos y coordinar la programación con las obras en el edificio.Hasta el 16 de abril, la Catedral Vieja permanecerá abierta, de lunes a viernes, de 11.00 a 13.00 y de 17.00 a 18.00. Los fines de semana y festivos, el horario será de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00. Este mismo horario se aplicará de Semana Santa al 31 de diciembre.Los interesados pueden hacer ya sus reservas el teléfono 945 255 135 (de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00) o en www.catedralvitoria.com.

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