¿Cascos se enteró un mes después?

Smit Tak aseguraba en su fax del 13 de noviembre de 2002, a las 21.08, que "para evitar malentendidos" ya había informado a Sasemar, la sociedad pública de salvamento marítimo dependiente del Ministerio de Fomento, de que utilizaría a los remolcadores públicos Ría de Vigo y Charuca Silveira". El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, señalaba en una nota 14 días más tarde lo siguiente:

"Se presupone gratuitamente y sin prueba alguna que lo demuestre que la única motivación de su tripulación [del Ría de Vigo] era conseguir el premio económico por el salvamento de la carga y el buque siniestrado [...]. Sin embargo, éste y los demás buques al servicio de Salvamento Marítimo realizan sus misiones cumpliendo las órdenes que reciben desde los Centros Coordinadores".

El 10 de diciembre, un mes después del accidente, Cascos daba un golpe de timón a esta versión ante el Congreso: "En el documento de seguimiento del centro de coordinación de Finisterre consta que desde las 21.00 horas del día 13, el representante de Smit Salvage había llegado a un acuerdo con el armador para que a su vez éste diera instrucciones para que tomara el remolque del Ría de Vigo".

A partir de ahí, el ministro disparó sus baterías: "Esto significaría que a esa hora no sólo había acuerdo entre Smit Salvage y el Prestige sino que también pudo haberlo entre el armador del Ría de Vigo y Smit Salvage. En el Ministerio de Fomento no consta que Sasemar conociera a esa hora tal acuerdo, por lo que estimo que el armador del Ría de Vigo pudo incurrir en un claro incumplimiento contractual, razón por la cual la abogacía del Estado en A Coruña tiene el encargo de emprender las acciones jurídicas que procedan".

La explicación del ministro es muy cuidada. No indica que Fomento nunca fuera informado de esta anómala situación, sino de que a esa hora, las 21.00, Sasemar lo desconocía. No aclaraba si Fomento lo seguía ignorando minutos después. No en vano Smit Tak envió su fax a Remolcanosa a las 21.08.

Según personas y documentos relacionados con estas gestiones, desde las 21.00 del día 13, Smit Tak estuvo en contacto telefónico con Sasemar en Madrid para lograr luz verde al uso privado de los dos remolcadores públicos.

Tras informar Smit Tak ya a esa hora telefónicamente a Remolcanosa del permiso de Fomento, ocho minutos después envió a la propietaria de los remolcadores copia de su fax a Sasemar.