La Generalitat amenaza con retirar sus barcos de limpieza

La actitud del Gobierno gallego respecto a los tres barcos fletados por la Generalitat de Cataluña para colaborar en las tareas de limpieza del fuel del Prestige ha crispado al Ejecutivo catalán, cuyo conseller en cap, Artur Mas, aseguró ayer que si la Xunta continúa con sus "desaires" ordenará la vuelta a casa de las embarcaciones o las pondrá a disposición de otras comunidades o países. La Xunta varió el destino final de los barcos, previsto en las Rías Baixas y con municipios gobernados por el BNG, con el argumento de que podían contaminarlas con un molusco denominado mejillón cebra y que sólo se reproduce en agua dulce.

La crispación política aumentó ayer de tono porque la Xunta dijo sentirse ofendida ya que, aseguró, la Generalitat catalana no le comunicó el envío de los barcos. El presidente catalán, Jordi Pujol, y Artur Mas desmintieron este extremo y añadieron que fueron las autoridades gallegas las que les remitieron al comité de crisis, presidido por el vicepresidente Mariano Rajoy, quien a su vez recomendó que los barcos trabajaran en las Rías Baixas.

Rajoy, ayer tras el Consejo de Ministros, hizo un llamamiento a la calma. Obviando referirse al argumento del mejillón cebra, desmintió a la Generalitat y echó un capote a la Xunta al sugerir que la comunicación "fue un tanto singular" y añadió que "lo normal es que el presidente de la autonomía o el consejero de pesca llamen a sus homólogos y se pongan de acuerdo".