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Los constructores de la A-1 tratan de evitar la caída de un viaducto

La inauguración de la autopista, prevista para abril, se retrasará "algunos meses"

La Diputación de Guipúzcoa ha acordado con los constructores de la autopista Eibar-Vitoria (A-1) un protocolo de actuación para estabilizar con urgencia un viaducto en construcción del que este miércoles se descolgaron tres piezas que pusieron en riesgo la caída de una parte de la carretera situada a más de 70 metros de altura. Los trabajos para garantizar la seguridad del viaducto de Larreategi terminarán, en el mejor de los casos, el lunes. Hasta entonces, la comarcal GI-627 entre Soraluze y Eibar, que pasa por debajo del viaducto, permanecerá cerrada al tráfico.

La Diputación de Guipúzcoa, las constructoras de la autopista A-1 y la dirección de la obra desconocen en estos momentos las causas que provocaron que tres piezas de tres metros de hormigón cada una quedaran desgajadas este miércoles del viaducto de Larreategi, una estructura en construcción que se encuentra a 75 metros de altura sobre el valle del río Deba y la carretera GI-627, que une los municipios de Bergara, Soraluze y Eibar.

Las dovelas que se desencajaron del resto de la estructura ponen en peligro la caída de un gran tablero de 90 metros que forman una enorme T de hormigón. Ante este riesgo, el Departamento de Carreteras y las constructoras decidieron ayer acometer con urgencia la "estabilización de toda la estructura" para evitar su caída, según explicó el diputado Antton Jaime. "Nuestra principal preocupación es garantizar la seguridad de toda la estructura sin poner en riesgo el trabajo de los operarios y abrir cuanto antes la carretera [comarcal] entre Soraluze y Bergara", insistió.

Para estabilizar el viaducto se requerirán entre cuatro y ocho días, afirmó el director de Carreteras, José María Sarasola. Consistirá en sujetar con cables de acero los dos extremos de la T para evitar su desplome. Cuando la estructura esté segura, volverá a abrirse la GI-627.

Los técnicos conocerán dentro de un mes aproximadamente los motivos por los que estas tres piezas se han desprendido 70 centímetros hacia abajo del resto del viaducto. Sarasola informó de que la colocación de este tipo de piezas se ha realizado en 150 ocasiones en este mismo viaducto, cuya construcción se realiza mediante la sujeción de los elementos con unos cables interiores. Al parecer, estos cables cedieron y provocaron que las dovelas quedaran separadas del tablero de la autopista.

Este percance supondrá, según el responsable foral de Carreteras un retraso de "algunos meses" en la apertura del primer tramo de la Eibar-Vitoria. Antes de producirse este siniestro, la construcción de la parte guipuzcoana de la A-1 acumulaba cuatro meses de retraso.

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Obra compleja

El conjunto de la autopista es, en palabras de Jaime, la obra "más importante" que ha acometido Guipúzcoa hasta ahora. A mediados de octubre pasado anunció que la apertura del primer tramo, entre el cruce de Málzaga (Eibar) y Bergara-Norte, de 7,2 kilómetros de longitud, se produciría en abril próximo, un mes antes de la celebración de las elecciones municipales y forales. Sin embargo, la caída de una sección del viaducto de Larreategi, situado en la parte de la autopista más próxima a Eibar, trastoca estos planes y obliga a retrasar la puesta en servicio de este vial.

El viaducto de Larreategi tendrá 480 metros de longitud, alcanza una altura máxima de 75 metros y está soportado sobre unos pilares con una separación de 90 metros entre sí para salvar el río y el paso de la carretera GI-627. Este viaducto es una de las obras que más complejidad técnica reviste en todo el tramo entre Eibar y Bergara-Norte, cuya ejecución se encuentra muy avanzada. Los trabajos en este tramo, adjudicados en dos contratos que suman 116 millones de euros, comenzaron a mediados de mayo de 1999 a cargo de las constructoras Moyua, Murias, Galdiano y Altuna y Uría. La dirección de la obra corresponde a la ingeniería Prointec.

La Diputación ha contratado hasta ahora obras por 300 millones de euros y necesita otros tantos para acabar su parte hasta Arlabán, en el límite con Álava. De los 30 kilómetros de que consta el tramo entre Eibar y Arlabán, se están construyendo 15,2 kilómetros de autopista. El Departamento de Carreteras continuará adjudicando la construcción del resto de la A-1 con los recursos obtenidos por el peaje.

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