La OTAN protegerá el tráfico mercante en el Estrecho con el apoyo de España

España apoya plenamente el plan que la OTAN aprobará la semana próxima de reforzar la protección del tráfico mercante en aguas del Estrecho de Gibraltar contra posibles ataques terroristas, según informó ayer en Bruselas una alta fuente diplomática atlántica. El Gobierno español ha ofrecido la base naval de Rota, el centro de control de Tarifa, así como aviones de reconocimiento y helicópteros. El Consejo Atlántico dará el visto bueno el miércoles a la propuesta de trasladar parte de la fuerza naval desplegada en el Mediterráneo oriental al Mediterráneo occidental.

El objetivo de este traslado es garantizar la seguridad del fuerte tráfico marítimo que se registra en las aguas gibraltareñas. "En principio no debe haber ningún problema y los embajadores bendecirán el plan, sugerido hace un mes y medio por SHAPE y que cuenta ya con la recomendación favorable del comité militar de la organización", explicó ayer la fuente.

Esta acción se engloba dentro de la operación Active Endeavour que los aliados lanzaron en octubre de 2001 para responder a las amenazas surgidas a raíz de los atentados del 11 de septiembre de ese año en Nueva York y Washington.

A petición de EE UU, la OTAN invocó entonces, por vez primera en la historia de la organización, el artículo V de su estatuto sobre la obligación de defender a uno de sus socios si sufre un ataque. El artículo sigue todavía activado 15 meses después.

Marruecos, que no es miembro de la OTAN, ha sido informado ya de la iniciativa aliada de reforzar la vigilancia del Mediterráneo occidental, iniciativa que de ser aprobada se pondrá en marcha inmediatamente, señaló ayer la fuente citada.

Además de España, en la Active Endeavour participan EE UU, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Holanda, Grecia, Turquía y Noruega. La operación está integrada por fragatas, destructores, patrulleras y submarinos que se relevan en la vigilancia de la zona con la ayuda de aviones de reconocimiento y helicópteros.

Nulo protagonismo

El secretario general de la OTAN, el laborista británico George Robertson, se sintió frustrado del nulo protagonismo que la organización en su conjunto desempeñó tras el 11-S pese a la enorme publicidad política que desplegó entonces sobre la disponibilidad de medios militares ofrecidos a los norteamericanos para desmantelar las bases de Al Qaeda en Afganistán y descabezar la red terrorista de Bin Laden.

EE UU quiere ahora que la Alianza Atlántica tenga una mayor presencia si desencadena un acción militar contra Irak y así lo pidió a sus socios europeos el pasado diciembre en Bruselas el número dos del Pentágono, Paul Wolfowitz. Lord Robertson defiende con gran entusiasmo la idea.

Por otra parte, la OTAN tiene previsto realizar en marzo, en la base naval de Rota, un ejercicio sobre la protección de armas químicas y biológicas, el primero de una serie programada durante el presente año destinado a elaborar un sistema eficaz contra ese tipo de amenaza terrorista.