Un tribunal da la razón a una madre pero ve "imposible" que se le devuelvan sus hijos

La Sala Sexta de la Audiencia de Sevilla ha ordenado que se fije una indemnización para una mujer, Carmen Fernández, que perdió la tutela de sus dos hijos en 1996. El tribunal ve en el dinero la única compensación posible para ella después de que "presiones extrajudiciales" hayan alargado el proceso hasta hacer "imposible" el regreso de los pequeños con su madre sin causarles trastornos psicológicos. La madre perdió la tutela cuando los niños tenían 5 y 6 años. Ahora tienen 11 y 12, y sólo la han visto tres veces desde que fueron entregados en acogimiento.

La Audiencia sevillana señala directamente a la familia de acogida de los dos menores como principal responsable de que el proceso se haya viciado y que finalmente haya sido el paso del tiempo y no los tribunales el que ha decidido. Según la sentencia difundida por Efe, el tribunal no ha cambiado en su percepción del caso desde que ordenó el regreso de los pequeños con su madre en sendos autos de junio de 2000 y abril de 2002, tras comprobar que María del Carmen Fernández había superado los problemas de alcoholismo que llevaron a que la Junta de Andalucía asumiera la tutela de los pequeños en 1996, cuando tenían 5 y 6 años.

Un año después, la Administración autonómica los dio en acogimiento preadoptivo a una pareja de Dos Hermanas y, pese a las sentencias de la Audiencia, sólo han mantenido tres citas con su madre biológica.

El tribunal culpa de que los niños vean a su madre "como a una extraña" a la "falta de colaboración e interés de la familia acogedora" y "al juez de Familia Francisco Serrano", encargado de ejecutar la sentencia. "Estos acontecimientos nunca debieron producirse de haber llevado a cabo de inmediato la vuelta de los menores con su única y legítima madre", agrega la Audiencia.

El juez Serrano y la sala de la Audiencia sevillana mantienen varios conflictos. Recientemente, el juez obtuvo el aval del Tribunal Constitucional en el denominado caso de la niña de Benamaurel. El Constitucional consideró entonces que la Audiencia sevillana debía de haber tenido en cuenta la opinión de la menor antes de ordenar su regreso con la familia de origen. Pero este caso es diferente, ya que María de los Ángeles tenía 13 años cuando se desarrolló el proceso legal e Iván y Sara, menos de 10.

María del Carmen Fernández, la madre de los dos pequeños, ha visto cómo varias sentencias judiciales le daban la razón pero el juez de familia no las ejecutaba. Después de una sentencia del Constitucional de mayo, que por un defecto de forma devolvió el proceso a su comienzo, hasta la sala de la Audiencia sevillana que la ha defendido a capa y espada se ha tenido que dar por vencida por el tiempo transcurrido desde el acogimiento, casi media vida de los pequeños.

La Sala Sexta elogia a María del Carmen, como madre y como persona. Destaca su esfuerzo para abandonar su adicción al alcohol y las privaciones que pasó para mantener a los niños adecuadamente. Para la familia de acogida, el tribunal no ha tenido en sus sentencias más que reproches e incluso les ha llegado a acusar de "manipular" a los niños. Esta familia llegó a encabezar manifestaciones para que no devolvieran a los pequeños a su madre.

La indemnización debe ahora ser fijada por el juez Serrano y abonada en teoría por la Junta de Andalucía, criticada también en la sentencia porque la Audiencia considera que no vigiló adecuadamente la rehabilitación de Fernández.

El abogado sevillano José Antonio Bosch, especialista en casos de menores, sostiene que estos procesos están viciados de principio, ya que los plazos judiciales no se corresponden con las necesidades de los pequeños. "Si se tiene en cuenta que el paso del tiempo es fundamental, todos estos conflictos resultan diabólicos y lo que no se puede permitir es que sea el tiempo el que dicte la sentencia sobre el futuro de los niños".