El Museo Cerralbo expone la colección de fotografía antigua

El Museo Cerralbo, de Madrid (Ventura Rodríguez, 17, www.mcu.es/bbaa/museo/index.html) expone hasta el 30 de mayo una selección de su colección de fotografía antigua, que recoge la trayectoria biográfica del marqués de Cerralbo (1845-1922), su actividad política y su aportación a la arqueología. El medio centenar de originales y copias identifican los temas del coleccionismo fotográfico del siglo XIX.

Las imágenes reunidas por el XVII marqués de Cerralbo, Enrique de Aguilera y Gamboa, en sus viajes profesionales y familiares, alcanzan un fondo de 1.000 negativos y 3.500 positivos, fechados entre 1855 y 1922. El interés por el nuevo medio técnico y de comunicación fue compartido por la esposa del marqués, Inocencia Serrano y Cerver, y sus hijos políticos.

En una sala independiente de la visita habitual de las dos plantas del palacio se ha montado la exposición Álbum, la colección de fotografía del marqués de Cerralbo, organizada por el Ministerio de Educación y Cultura, que ha sido coordinada por Lourdes Vaquero, directora del museo, con la catalogación de Ángeles Lázaro y Carmen Jiménez.

El montaje de la exposición y el catálogo siguen la biografía del marqués de Cerralbo y, al mismo tiempo, recogen los contenidos que identifican la fotografía del siglo XIX, como los retratos de familiares y personajes de la época, las vistas de las ciudades y las reproducciones de obras de arte de monumentos y museos.

Los primeros testimonios recogen la actividad política del marqués de Cerralbo como miembro del partido carlista y representante en España del pretendiente a la Corona, don Carlos de Borbón, con la campaña que realizó por Navarra, Burgos, País Vasco y Cataluña entre 1889 y 1890. Junto a ellos, el uso social del retrato y su intercambio, con el desarrollo de las tarjetas de visita, con los originales de André-Adolphe Disdéri en el París de 1854.

Los retratos surgen al mismo tiempo que las colecciones de los álbumes con vistas de las ciudades o acontecimientos singulares, junto con los inventos técnicos para la multiplicación y difusión de las imágenes, con el antecedente de las miniaturas, con la intención de guardar en un formato manejable los retratos de familiares o personas célebres. Además de estas miniaturas, la exposición ofrece ejemplos del fisionotrazo, una técnica para obtener grabados, y la fotoescultura, con el empleo de 24 cámaras dispuestas en una pared circular de una rotonda de 10 metros de diámetro. Los 24 clichés se proyectaban con un lampascope y se modelaba la escultura con un pantógrafo. En la muestra se ha colocado una escultura de María Luisa de Aguilera, de 1863-1868.

Otras secciones de la exposición están dedicadas a la actividad del marqués de Cerralbo en la arqueología, con las excavaciones en varias provincias y las fotos tomadas por su colaborador Juan Cabré. Las vistas de España son reducidas, relacionadas con sus posesiones en Salamanca, Cáceres y Soria, mientras que son numerosas las de ciudades extranjeras, con los viajes con su esposa e hijos entre 1869 y 1900, por Italia, Holanda, Suecia y Turquía. Se exponen álbumes de la cartuja de Pavía y de Pompeya y el montaje termina con cinco piezas de los 14 positivos de Charles Marville sobre la Comuna de París (1870-1871).