Brasil envía 520.000 barriles de gasolina a Chávez tras 25 días de huelga petrolera
La oposición venezolana reacciona con indignación y denuncia a "los esquiroles"
La paralización de la principal industria del quinto país exportador de crudo es clave en la estrategia de la oposición contra Chávez, a quien exigen su renuncia o la convocatoria de elecciones anticipadas. El presidente brasileño saliente, Fernando Henrique Cardoso, y su sucesor, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, que será investido el primero de enero, no coinciden con los planteamientos de la coalición de empresarios, trabajadores y partidos enfrentados a Chávez.
La gasolina embarcada, sin plomo, tiene el octanaje más utilizado en Venezuela y puede abastecer las necesidades del mercado durante unos dos días. Las colas para llenar los depósitos de los vehículos obligan a horas de espera, cuando no a pernoctar frente a los surtidores. "Nosotros somos la garantía del país en este momento", según el comisionado gubernamental para la reactivación de la industria petrolera, Ramón Martínez, y gobernador del Estado de Sucre, donde el bloqueo de Petróleos de Venezuela (PVDSA) es muy grave.
La entrega de gasolina fue negociada por Marco Aurelio García, asesor de Asuntos Internacionales de Lula, que la semana pasada estuvo en Venezuela, y cuyas declaraciones aquí fueron criticadas por los adversarios de Chávez. El asesor dijo, entre otras consideraciones, que la prensa privada es "el principal partido de la oposición". "Sólo se trata de colaborar y evitar que la situación degenere hacia más violencia. El resto del problema lo deben resolver los propios venezolanos, y Brasil desea y confía en que sabrán encontrar una salida pacífica a la crisis".
El éxito de la huelga en PVDSA colocó al Gobierno contra las cuerdas y tuvo que comprar combustible en el extranjero. Venezuela y Brasil desarrollan una estrecha relación económica y comparten un tendido eléctrico de 676 kilómetros que conecta a ambas naciones y lleva energía venezolana hasta la brasileña Boa Vista.
Horacio Medina, presidente del sindicato opositor Unapetrol, arremetió contra el presidente electo de Brasil, a quien acusó de responder a los "favores políticos" de Chávez. "¿Tendrá algo que ver con el financiamiento a campañas electorales en América Latina?", se preguntaba Medina ante una asamblea de gerentes en paro de PDVSA.
El presidente Cardoso intentó apaciguar, sin éxito, afirmando que se trata de operaciones comerciales entre dos empresas que no tienen el contenido político atribuido. No piensa así el ex alcalde de Caracas Antonio Ledezma, uno de los líderes de la opositora Coordinadora Democrática: "Creemos que es una intromisión en los asuntos internos del país. Es un incidente lamentable y esperamos que sea aclarado por el bien de las relaciones entre ambas naciones.
Carlos Fernández, presidente de la opositora cúpula empresarial Fedecámaras, insistió en la condena: "Esto es un problema de los venezolanos".
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