Los impagos a los exportadores de calzado alcanzan los 36 millones

Los empresarios del calzado de la Comunidad Valenciana pierden 36 millones de euros al año por impago de sus mercancías. El nivel de morosidad internacional se ha reducido al 4% sobre el volumen total de ventas al exterior. La morosidad en el mercado nacional se eleva al 12%, aunque parte de la deuda se recupera en acuerdos posteriores. La venta de productos de moda es más vulnerable a los impagos.

Pedro Méndez, secretario general de la Asociación de Industriales del Calzado de Elche (AICE), reconoció que la desconfianza que generan algunos distribuidores, la falta de seguridad y la situación de inestabilidad" está dificultando la implantación de productores españoles en muchos países.

Méndez aseguró que los actuales acuerdos de libre comercio de Estados Unidos con países sudamericanos, como Chile, no garantizan las inversiones. No obstante, la Federación de Industriales del Calzado de España (FICE) trabaja en distintos países para garantizar las inversiones españolas en el extranjero.

Méndez explicó que los exportadores de calzado español garantizan cada vez sus envíos de mercancía y el futuro cobro de las facturas. No obstante, "son inevitables algunas situaciones de riesgo, cuando se trata de clientes consolidados, que entran en problemas financieros sin que el exportador se dé cuenta".

Estas situaciones, originan al productor situaciones que pueden acabar con su empresa. En los últimos meses, según Méndez, no se han registrado en el sector del calzado impagos voluminosos. Aún así, la AICE considera que cada año, en función de una media de impagos del 4%, se pierden unos 36 millones de euros. "Entramos en una situación de mayor riesgo ahora, por eso aseguramos más", indicó el responsable de AICE.

Según Méndez, la venta de moda y productos de mayor calidad que el calzado de temporada obliga a vender directamente a cadenas de tiendas de gama alta. Estos compradores representan un mayor riesgo que la comercialización directa de una empresa de exportación, que no depende de la salida directa del producto al mercado minorista, según explicó Méndez.

Sin embargo, recordó que en el mercado interior la morosidad es más alta y alcanza hasta el 12% de las ventas. La diferencia, según el secretario general de la patronal ilicitana, estriba en que en España "uno puede lograr recuperar parte de la deuda, por acuerdos posteriores y compensaciones". En el mercado internacional, "si no te pagan, lo pierdes directamente", sentenció.

La morosidad hace que las inversiones en producciones en terceros países se reduzcan al mínimo, aunque sean vitales, explicó.