La CNMV considera "poco recomendable" que La Caixa publique cuentas diferentes a las oficiales
La caja es la única entidad que contabiliza los resultados brutos, y no los netos, de sus participadas
Los resultados entregados a los medios de comunicación por La Caixa desde 1997 hasta hoy no coinciden con los oficiales que recibe el Banco de España y la CNMV. La caja contabiliza los dividendos y resultados de sus participadas con saldos brutos, en lugar de netos, como hacen el resto de competidores. En consecuencia, el beneficio bruto acumulado publicado desde 1997 es un 26% mayor que el oficial, aunque el neto siempre ha coincidido por pagos de impuestos diferentes en una cuenta que en otra. Esta situación, que no incumple la legalidad, era aceptada por el Banco de España y la CNMV, que ahora lo considera "poco recomendable".
Desde 1997 hasta septiembre pasado, La Caixa es la única entidad financiera que ha facilitado a los medios de comunicación una cuenta de resultados parcialmente diferente a la que entrega, en fechas posteriores, al Banco de España, a la Confederación de Cajas de Ahorros (CECA), a los auditores y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Estas diferencias, que no incumplen la normativa contable porque ésta sólo hace referencia a los datos oficiales, provoca que los márgenes sean mayores que los de sus competidores, ya que se contabilizan de forma bruta y no neta. El beneficio neto es el mismo según las dos cuentas.
La situación afecta a dos partidas: los dividendos de las empresas participadas y los beneficios que le corresponden a La Caixa por su participación en estas empresas, que se denomina "resultados por puesta en equivalencia".
Fuentes del Banco de España afirmaron que conocen esta situación, aunque aclaran que "nunca han realizado un pacto específico con La Caixa sobre este asunto". La entidad supervisora considera que el método utilizado por La Caixa no oculta el estado financiero real de la entidad, "ya que los inversores y el público pueden consultar los estados contables oficiales en las publicaciones de esta institución, en la CECA y en las remitidas a la CNMV".
Sin embargo, la CNMV sí ha cuestionado esta práctica. La Caixa envía información una vez al año a la Comisión de Valores porque emite renta fija, sobre todo bonos. A preguntas de este periódico, fuentes de la CNMV afirmaron que consideran que lo que hace La Caixa "es una práctica poco recomendable" y añadieron que se pondrían en contacto con la entidad para aclarar esta situación. Pocos días después de realizar estas declaraciones, la CNMV mantuvo una reunión con responsables de La Caixa para conocer el tema en profundidad.
Ocho partidas cambiadas
Además, la CNMV estudia la posibilidad de modificar estos aspectos de la Ley del Mercado de Valores. La caja catalana dice que "esta presentación analítica" (que es la entregada a los medios de comunicación) "supone, respecto a la cuenta pública auditada en 2001, un aumento de los ingresos por dividendos de 204 millones de euros y de los resultados de puesta en equivalencia de 205 millones y, en contrapartida, un aumento del gasto por impuestos de sociedades de 409 millones de euros".
Aunque los cambios que realiza La Caixa sólo afectan a dos partidas de la cuenta, al estar colocada en cascada, provocan modificaciones en ocho de los 23 epígrafes de la cuenta. Entre ellos están los más relevantes: los saldos de todos los márgenes, el beneficio bruto y la cifra de impuestos pagados.
La entidad catalana considera que pudo ser un error no entregar nunca a los medios de comunicación la cuenta oficial además de la analítica, como figura en la memoria de la entidad. De hecho, La Caixa reconoció que es posible que en próximas ocasiones facilite las dos cuentas.
Para la caja, el problema de fondo de esta situación es una cuestión de imagen, porque los resultados oficiales no reflejan los impuestos realmente pagados. Según el modelo del Banco de España, La Caixa paga un 480% menos que siguiendo la otra cuenta de resultados. Así, la presión fiscal media era del 24,6% en los ejercicios publicados frente al 6,3% en los oficiales.
Las bajas cifras fiscales oficiales se deben a que todas las aportaciones que hace La Caixa, como cualquier otra entidad de ahorro, a la obra social está exenta de tributación. A pesar de ser legal, esta situación incomoda a la mayor caja española.
En 2000, según publicó la prensa, La Caixa pagó 418 millones al fisco, frente a los 32 millones que figuraban en la cuenta oficial. En 2001 constaba en la prensa el pago de 325 millones, frente a unos ingresos fiscales de 84 millones. En total, entre 1997 y 2001 en los medios aparece el pago de 1.420 millones y 245 millones en las cuentas oficiales.
En cinco ejercicios, entre 1997 y 2001, la forma de actuar de La Caixa ha provocado que en los resultados publicados el margen de explotación sea un 21% superior al oficial; el beneficio antes de impuestos, un 26% mayor.
La única vez que el sistema seguido por La Caixa le ha perjudicado ha sido en 2002. La cuenta facilitada a los medios presenta menores subidas porcentuales que la oficial. El beneficio bruto caía un 31% en la publicada y sólo un 26% en la segunda. Sin embargo, la partida de impuestos ascendía a 209 millones en la que se hizo pública, frente a unos ingresos fiscales de 17 millones en la oficial.
Este planteamiento ha provocado que en las continuas comparaciones públicas de La Caixa con sus competidores la entidad catalana saliera favorecida, ya que disponía de márgenes más elevados que sus competidores. Normalmente los medios de comunicación toman los propios resultados facilitados por las cajas o bancos, que se ofrecen con rapidez, y no esperan a las cifras oficiales, que se presentan con varios meses de demora.
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