La Caixa ganó un 29,1% menos en 2002 por las provisiones en Telefónica y Repsol

El Grupo La Caixa ganó el año pasado 683 millones de euros, lo que representa una disminución del 29,1% respecto a 2001, debido a los menores ingresos vía dividendos y a las dotaciones extraordinarias de 341 millones realizadas por Telefónica y Repsol YPF, según ha informado el presidente de la entidad, Josep Vilarasau.

La caja dotó 221 millones por los saneamientos extraordinarios de Telefónica en sus inversiones de telefonía móvil de tercera generación (UMTS) y otros 120 millones por los ajustes extraordinarios realizados por Repsol YPF como consecuencia de la crisis argentina. La entidad registró unos ingresos extraordinarios y dotaciones negativos por 303 millones de euros, que de no haberse producido hubieran permitido incrementar los beneficios en un 2,4%.

Por otra parte, La Caixa aprovechó un ingreso fiscal extraordinario de 538 millones de euros para sanear sus inversiones en Fortis y Suez, de las que controla un 0,8 y 1,5% del capital, respectivamente, y para amortizar anticipadamente el fondo de comercio generado por la toma de participación en Deutsche Bank (3,6%) y Endesa (5%). Este ingreso fiscal extraordinario corresponde a impuestos anticipados aflorados al formalizar entre 2000 y 2002 la exteriorización de los compromisos de pensiones con los empleados activos y pasivos.

Buena marcha del negocio bancario

Vilarasau ha asegurado que la caja ha tenido una "buenísima" marcha del negocio puro bancario, que le permitió aumentar el margen de intermediación un 15,6% -sin contabilizar los ingresos por dividendos, que cayeron un 32,5%, hasta 418 millones-. Sin embargo, la decisión de Repsol YPF de no distribuir un pago complementario y las menores retribuciones de otras participadas hizo que el margen de intermediación creciese sólo un 2,2% y se situase en 2.274 millones.

Además, la caja destaca que, a pesar de los extraordinarios, el volumen del negocio bancario del grupo creció un 14,4% y alcanzó los 170.200 millones, al tiempo que la caja incorporó 537.000 nuevos clientes, hasta superar los 8,28 millones. En este sentido, Vilarasau ha afirmado que la entidad "está lanzada" y prevé seguir con un fuerte crecimiento en 2003.

El grupo, que finalizó con una red de 4.630 oficinas y 23.550 empleados, podría realizar este año "entre 100 y 150" nuevas aperturas de sucursales, estima Vilarasau. Por su parte, el director general, Isidre Fainé, ha negado que La Caixa haya culminado ya su proceso de expansión en el resto de España, aunque ha reconocido que no tiene necesidad de crecer tan "rápidamente" como en el pasado.