Colores contra el mar de petróleo

"Supongo que no se nos va a dejar solos a los gallegos ante esas nuevas bestias: los grandes petroleros", escribía Álvaro Cunqueiro en 1973. Casi 30 años después, las peores predicciones del fabulador de Mondoñedo no se han cumplido gracias sólo a la iniciativa ciudadana, y así ha sido también en Barcelona. Más de 2.000 personas acudieron ayer al Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) para participar en el Chapapote Festival y ayudar a recaudar fondos para los voluntarios que quieren ir a limpiar las negras playas gallegas. Organizado por la Plataforma Nunca Máis de Cataluña, que agrupa al Centro Gallego de Barcelona y a 80 entidades más, el festival ofreció música, circo, conferencias, exposiciones de fotografía y video-proyecciones sobre el desastre del Prestige, cuyas imágenes hicieron saltar las lágrimas a más de uno.

En el patio de les Dones, en la preciosa plaza interior Coromines o en la zona subterránea, el elástico CCCB se transformó por unas horas en una área de encuentros de ciudadanos que, con su entusiasmo a pesar del frío, dieron color al negro chapapote que impregna el litoral gallego.

Cheb Balowsky, Dusminguet y La Carrau fueron algunos de los grupos que hicieron bailar a los más aguerridos, mientras saltimbanquis, mimos y payasos entretenían a centenares de niños. Desde las doce de la mañana hasta casi medianoche, el barrio del Raval retumbó con ecos de ritmos de todo el mundo, mientras el combo argentino barcelonés Che Sudaka cantaba No más mentiras a ritmo de reggae y hip hop. "La cultura es la mejor manera de compartir nuestro dolor y unir nuestras fuerzas", explicaba Xaime López, portavoz de la Plataforma Nunca Máis de Cataluña.