Dimite el presidente de Allianz, la mayor aseguradora alemana
La compañía perdía más de mil millones de euros hasta septiembre
El empresario más poderoso de Alemania presentó ayer su dimisión. Henning Schulte-Noelle, presidente de Allianz, anunció que deja el cargo en un momento en que la gigantesca aseguradora, la mayor del país, atraviesa por una de sus peores crisis. Justificó la decisión por razones personales, pero los analistas creen que las pérdidas de mil millones hasta septiembre y los problemas para digerir la compra del Dresdner Bank han precipitado su caída.
"El año que viene cumpliré 61 años", dijo Schulte-Noelle, "y, salvo una excepción, seré el presidente que más tiempo lleva en el cargo de cualquiera de las empresas alemanas que cotizan en la Bolsa de Francfort". El presidente de Allianz está considerado como el empresario más poderoso del país, por el tamaño de la aseguradora, una de las mayores del mundo, y por su participación en decenas de empresas en toda Alemania, lo que multiplica su influencia en el tejido industrial y financiero alemán. Schulte-Noelle llegó al cargo en 1991. Su dimisión será efectiva el 29 de abril del año que viene.
La sorpresa fue considerable ayer en el sector financiero. Allianz atraviesa por serias dificultades, pero hasta ahora no se había extendido ningún rumor de dimisión, pese a que los desastrosos resultados de la cuenta de beneficios en los tres primeros meses del año habían aumentado la presión sobre el presidente. Las críticas menudearon. Su sucesor será Michael Diekman, de 47 años, hasta ahora responsable del negocio asegurador en América, según anunció la compañía en un comunicado.
Los problemas de Allianz comenzaron tras la absorción, en 1991, del Dresdner Bank, la tercera entidad financiera del país. Tras varios intentos frustrados de fusión entre bancos, la operación (una gran aseguradora que compra un banco) pareció en aquel momento un golpe maestro de Schulte-Noelle. Los analistas también consideraban que se trataba de un paso fundamental para avanzar en la necesaria consolidación del mercado financiero alemán, lastrado por el número excesivo de entidades, y azotado por la peor crisis desde la II Guerra Mundial.
Pero todo salió mal. Digerir al Dresdner Bank resultó más complicado de lo esperado. En lugar de centenares de millones de euros en beneficios, el banco únicamente ha aportado números rojos. Tan sólo este año, Dresdner Bank ha sobrecargado con 2.000 millones de pérdidas a su matriz. Para rematar, el desastroso comportamiento de la Bolsa ha supuesto otro duro golpe para Allianz, que además tiene que afrontar un año negro por las inundaciones y otros desastres. Los inversores reaccionaron con calma a la dimisión. Las acciones de Allianz, al final, sólo perdieron un 2,46%.
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