Cientos de miles de venezolanos protestan contra su presidente
Chávez rechaza la petición de EE UU de adelantar los comicios
La oposición venezolana tomó ayer Caracas, en una impresionante y masiva manifestación, proclamando que el presidente, Hugo Chávez, emula a la orquesta del Titanic, que seguía tocando mientras el famoso buque se hundía en aguas del Atlántico, el 15 de abril de 1912, con 2.227 pasajeros a bordo. "¡Vete ya!", "¡Ni un paso atrás!", gritaron las cientos de miles de personas cívicamente sublevadas.
El comienzo y el final de las seis columnas no podían ser abarcados desde un observatorio elevado, ni tampoco a vista de águila en algunos tramos. La envergadura de la muchedumbre, situada fundamentalmente en la clase media, recordó a la multitud que, el pasado 11 de abril, marchó sobre Miraflores. Los 19 muertos de aquel día, en circunstancias todavía no determinadas, desataron un golpe que derrocó a Chávez durante 47 horas. La disolución de los poderes públicos, decretados el 13 de abril por la presidencia de facto del empresario Pedro Carmona, activó un cambio en la correlación de fuerzas civiles y castrenses que devolvió al jefe de Estado al poder. "¡Hay que sacar a este pichón de gorila! Hay que acabar con esta pesadilla", instaba ayer Alfredo Ramos, dirigente de la CTV, entre vítores y conclusiones: "¡Se va, se va, se va!".
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