Inflación crónica y corrupción
"Turquía ha reducido las injerencias políticas, una de las principales fuentes de su inestabilidad económica y ha puesto remedio a unas debilidades estructurales como las existentes en un sector bancario frágil y sujeto a la corrupción", según el último informe de evaluación de la Comisión Europea. Sin embargo, dista mucho aún de haber completado la transición a una economía de mercado. Para Bruselas "resulta capital cortar la fuerte inflación crónica y mantener la disciplina presupuestaria ".
Desde hace pocos años ha empezado a registrar la propiedad de tierras y a contabilizar su cabaña vacuna y lanar. Se sabe que algunos de esos animales sufren fiebre aftosa, peste, viruela o brucelosis. La flota pesquera empieza ahora a ser matriculada.
Son dos ejemplos del retraso de una nación, la más pobre de las 13 que fueron designadas candidatas al ingreso en la UE en 1999. El PIB por habitante equivale al 22% de la media actual de la UE en comparación con el 44% en el caso de los demás aspirantes. De 1997 a 2001 la tasa anual de crecimiento ha variado entre el 7,5% y recesiones del 7,4%, lo que refleja la gran volatilidad y vulnerabilidad de la economía, que ha hecho que el crecimiento neto real haya sido de apenas del 1%. En ese periodo, la inflación media fue del 70% (2,5% en la zona euro), aunque descendió al 42% en junio último.
Turquía ha tenido que afrontar la pesada carga del terremoto de 1999 y la gran crisis bancaria de 2001, que puso a sus bancos al borde de la quiebra generalizada. De hecho, de las 76 entidades existentes, 19 (con el 15% de los ahorros del sector) fueron puestos bajo la tutela del Fondo de Garantía de Depósitos. Las exportaciones hacia la UE ascendieron a 20.100 millones de euros en 2001 (51,6% de las ventas al exterior), mientras las importaciones de la UE fueron de 20.000 millones de euros (44,6% de las compras al exterior).
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