La desviación de la inflación hasta el 3,9% obliga a pagar 2.071 millones en pensiones
La tasa anual cede una décima pese a las subidas en vestido, calzado, hostelería y pescados
La inflación se situó en noviembre en el 3,9% respecto de un año antes, 1,9 puntos por encima del objetivo del Gobierno para el año. Esta desviación tendrá un coste para el erario público de 2.071 millones de euros por la cláusula de garantía de las pensiones, que toma como referencia la inflación de noviembre. Si, como es previsible, el año cierra en el 3,9% o el 4% de inflación, los asalariados con cláusula de garantía tendrán que ser compensados con unos 2.000 millones de euros. La factura es elevada, aunque en noviembre se ha producido un alivio de una décima en la tasa anual de inflación. Las subidas en vestido, hostelería y algunos alimentos como el pescado, han contrarrestado descensos en gasolinas y teléfono.
Aunque pudo haber sido peor todavía, la factura total a pagar por el error de previsión del Gobierno asciende a unos 4.000 millones de euros. La mitad irá a parar a los pensionistas, que así mantendrán su poder adquisitivo. La otra mitad se activará una vez conocida la inflación de final de año y saldrá de las empresas hacia el 75% de trabajadores con garantía salarial. Según el Ministerio de Economía, si la inflación cierra el año entre el 3,9% y el 4%, el coste en salarios será de cinco o seis décimas. El Banco de España lo estimó recientemente en un punto.
El objetivo del 2% para el ejercicio estaba fuera del alcance de la mano prácticamente desde enero. El perfil ha sido de aceleración, con algún leve retroceso, hasta el máximo y demoledor 4% del pasado mes de octubre. En noviembre, la inflación ha aflojado una décima, hasta el 3,9% respecto de un año antes, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En relación a octubre, la subida ha sido de dos décimas y el acumulado en los once primeros meses asciende ya al 3,7%. El aumento mensual de dos décimas en noviembre contrasta con el descenso de una décima en el mismo mes de 2001.
Es pronto para saber si se va a producir el cambio de tendencia que ayer apuntó el secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, y que culminaría la próxima primavera con una tasa anual inferior al 3%. Pero, en relación a los demás países del euro, no ha habido avances. La previsión de la Comisión Europea es que la media de la zona euro descienda en noviembre una décima, igual que en España, hasta el 2,2% -aquí el 3,9%-, lo que supondría mantener el diferencial de 1,7 puntos, en el nivel de máximo histórico. Respecto de Alemania, la brecha es de casi tres puntos y en relación a Francia, de 1,7.
Demanda débil
En estos países, la desaceleración económica es más profunda, y sus precios son más sensibles. En España, la economía cae y los precios suben. Por ejemplo, en las prendas de vestir, que han inyectado nada menos que 0,36 puntos al IPC de noviembre, pese a que la demanda está débil. La subida del vestido respecto de octubre ha sido del 4,6% y del 5,5% en el último año, siete décimas más que un mes antes. El segundo grupo más inflacionista, aunque con menos impacto (0,02 puntos) ha sido el de hostelería (restaurantes, bares y cafeterías), con una subida del 0,2% respecto de octubre y un 5,9% en el último año.
El descenso de las gasolinas y de la factura del teléfono no han conseguido compensar del todo estos aumentos, además de los que se han producido en pescado -aún sería pronto para atribuirlo al Prestige-, frutas frescas y algunas carnes. En el caso de los carburantes, los precios han bajado un 4,2% en relación a octubre, lo que ha permitido recortar cuatro décimas la tasa de los últimos doce meses, hasta el 6,5%. Las tarifas telefónicas no locales bajaron desde el 1 de noviembre -un 13,1% las llamadas provinciales, un 8,5% las interprovinciales, un 13% las de fijo a móvil y una tercera parte las internacionales- con un reflejo en el IPC del 3,4% a la baja en relación a octubre y un descenso del 5,2% en el último año.
El balance ha sido positivo para la denominada inflación subyacente (descontados los precios de la energía y los alimentos frescos). El recorte en noviembre ha sido de una décima respecto de la tasa anual de octubre, hasta el 3,6%. En el sector sevicios el dato de octubre también es positivo, ya que se ha conseguido limar dos décimas la tasa anual, hasta el 4,5%.
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