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CLÁSICOS DEL SIGLO XX: UNA INVITACIÓN A LA LECTURA

El aristócrata errante

Vladimir Nabokov resumió así su vida en una entrevista que luego apareció en su libro Opiniones contundentes: "Soy un escritor norteamericano, nacido en Rusia y educado en Inglaterra, donde estudié literatura francesa antes de pasar 15 años en Alemania. Fui a América en 1940 y decidí hacerme ciudadano de Estados Unidos y hacer de Estados Unidos mi patria". Podría haber añadido que desde 1959 vivió en Suiza y que jamás compró una casa, o que escribió grandes novelas en dos idiomas.

Nació en San Petersburgo en 1899 y recibió una educación privilegiada tanto en la ciudad báltica como en el Trinity College de Cambridge. Su padre, un aristócrata y político liberal, se arruinó cuando los comunistas soviéticos llegaron al poder en 1917 y tras exiliarse con su familia fue asesinado en Berlín por un fascista ruso en 1922. Durante los siguientes 15 años, Vladimir Nabokov vivió en un estado de relativa penuria, ganándose la vida dando clases de tenis, de inglés y de ruso en Berlín. En 1924 se casó con la traductora Vera Evsivna Slonim, una mujer de familia judía con la que tuvo un hijo, y dos años después publicó su primera novela, Mashenka, a la que seguirían Rey, dama, valet y La defensa.

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'Lolita', de Vladimir Nabokov

En 1936 apareció Desesperación, novela en la que Nabokov despliega ya todo su potencial literario. Al año siguiente se marchó a Francia y allí terminó Invitado a una decapitación. Desde 1940 hasta 1959 vivió en Estados Unidos, donde dio cursos de literatura rusa y europea en la Universidad de Cornell con los que cosechó un notable prestigio. Tras el éxito que supuso Lolita, publicada en 1955, se dedicó en exclusiva a escribir. Pnin, su siguiente obra, cuenta precisamente la historia de un profesor universitario.

En 1962 apareció Pálido fuego y cinco años más tarde Habla, memoria, libro en el que evoca su infancia y juventud en Rusia. Entre sus obras posteriores destacan Ada o el ardor, una novela de 1969 concebida como una crónica familiar en la que explora el amor y la lujuria, así como Cosas transparentes y ¡Mira a los arlequines!, publicada en 1974. Tres años después, en 1977, murió en Montreux, Suiza.

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