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Chávez lanza a sus seguidores a la calle para intimidar a la prensa de la oposición

El 'hombre fuerte' del Ejército declara que las Fuerzas Armadas defenderán al Gobierno

Juan Jesús Aznárez

El Gobierno venezolano lanzó a sus seguidores a las calles para proteger las instalaciones petroleras y contrarrestar el activismo de la oposición durante la huelga general contra la presidencia de Hugo Chávez, a quien exigen la renuncia o elecciones anticipadas. El primer destino fueron las sedes de las principales cadenas de televisión privadas, intimidadas por una iracunda pueblada. "¡Derecho a réplica! ¡Golpistas! ¡Fascistas!". La prensa venezolana milita en el conflicto, y la más influyente, en el bloque opositor.

Dos días antes, el jefe del Gobierno había denunciado "un electroshok mediático con incitaciones a la violencia y a la venganza, a que me maten". La operación del oficialismo contra los medios de comunicación rivales fue de ejecución coordinada y violento desarrollo en algunos medios de comunicación rivales. Enarbolando banderas y lemas revolucionarios, los batallones chavistas rodearon las sedes de Radio Caracas Televisión, Globovisión, Venevisión y Televen en Caracas, y se transformaron en hordas durante la toma del canal TVS de Maracay y la destrucción de los estudios de varias estaciones de radio y televisión en otras ciudades. Cámaras, monitores, equipos de transmisión, escritorios, sillas y computadoras fueron arrasados.

César Gaviria, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), instado por los dueños de las cadenas, debió intervenir ante el Gobierno para que terminase la protesta. Minutos después se manifestó públicamente contra toda violencia, de una u otra parte, porque el vicepresidente, José Vicente Rangel, le había precisado telefónicamente que también la cadena oficialista Venezolana de Televisión y Radio Nacional de Venezuela estaba siendo hostigada durante el paro político, que ha paralizado las principales operaciones del vital sector petrolero y reforzó la capacidad negociadora de la oposición, también en la calle con manifestaciones diarias. "Vamos hacia un desastre nacional", advirtió el presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PVDSA), segunda petrolera del mundo en tamaño, cuyo colapso intenta evitar el Gobierno.

El quinto país exportador de crudo invocó fuerza mayor ante sus clientes internacionales, pero deberá pagar una multa de 6.000 millones de dólares si no atiende sus compromisos contractuales antes de finales de mes, según afirmó Rodríguez, que convocó a la sociedad a proteger las refinerías, puertos y centros de almacenamientos. "Eso de la multa es falso. Los números son otros", reaccionó el huelguista Juan Fernández, gerente de planificación del monopolio público. Soldados y la militarizada Guardia Nacional resguardan pozos y plantas petroleras y estaciones de servicio. Pendientes todos de la reacción de las Fuerzas Armadas, el hombre fuerte del Ejército, el general de división Raúl Isaías Baduel, jefe de la principal unidad acorazada de Venezuela, salió en defensa del jefe de Gobierno. Los regimientos, manifestó, defenderán las actuales instituciones del Estado.

La huelga que detuvo las exportaciones petroleras, fuente de más del 50% de los ingresos fiscales, fue calificada como "un ataque despiadado" contra Venezuela por el comandante de la 4ª Brigada Blindada con sede en Maracay. La sublevación de los paracaidistas y esa unidad fueron decisivas en el cambio de correlación de fuerzas castrenses y sociales que devolvió al poder a Chávez tras su derrocamiento de 47 horas el pasado mes de abril. "Todo lo que afecte al sistema de gobierno o jurídico establecido es un problema de seguridad del Estado. Todo lo que atente a los elementos constitutivos del Estado se constituye en problema de seguridad del Estado", advirtió Baduel.

El canal oficial presenta su propia realidad nacional, incidiendo en "el fracaso" del paro, y las cadenas privadas, la suya, subrayando y cubriendo la amplitud de la protesta. La objetividad es una entelequia en una Venezuela fracturada. La prensa "sucumbió a la política y se hace más propaganda que periodismo", según el analista Pablo Antillano.

Vecinos de Caracas forman una fila aguardando a poder retirar dinero de un cajero automático junto a un establecimiento cerrado.
Vecinos de Caracas forman una fila aguardando a poder retirar dinero de un cajero automático junto a un establecimiento cerrado.REUTERS

Elecciones, única salida

El Gobierno maniobra para tratar de revertir la desventaja impuesta por el paro petrolero y negociar, desde una posición de mayor fuerza, una solución a la crisis. "La salida electoral es la única solución no traumática que tiene el país", dijo a tres medios de comunicación españoles el secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria.Fuentes cercanas a la mesa de negociaciones que promueve el ex presidente de Colombia agregaron que "una situación caotizada o de extrema violencia podría llevar a la intervención del Ejército". En ese supuesto, no hay certeza sobre el carácter de esa eventual intervención: manteniendo a Chávez, apartándolo o forzando elecciones.Gobierno y oposición debaten en un hotel de Caracas sobre la salida electoral propuesta por Gaviria. El primero se manifiesta dispuesto a negociar un calendario electoral, y la segunda exige la convocatoria de elecciones generales durante el primer trimestre del año próximo.Pero el vertiginoso desarrollo de los acontecimientos en Venezuela puede determinar un cambio en la estrategia de la oposición. Si en estos días cruciales la oposición percibe que los acontecimientos le son propicios, puede descartar las elecciones anticipadas y aceptar sólo la renuncia del presidente, Hugo Chávez.

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