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La Convención de Cristianos pide que la Constitución europea prohíba la eutanasia

La futura Constitución europea debería garantizar la libertad religiosa de sus ciudadanos pero, a la vez, prohibir la eutanasia y la manipulación de embriones y proteger a la "familia y el matrimonio" frente a otras "formas de convivencia". Así figura en el manifiesto que ayer aprobó la Convención de Cristianos por Europa, que se celebró el pasado fin de semana en Barcelona, organizada por la derechista Asociación Católica de Propagandistas y la ultraconservadora e-cristians, que encabeza el ex consejero de la Generalitat Josep Miró i Ardèvol.

Los organizadores del simposio han contado con la plena colaboración del Gobierno catalán y del arzobispado de Barcelona, cuyos responsables han participado en la mayoría de sesiones. Jordi Pujol presidió la inauguración acompañado de su esposa, Marta Ferrusola, y en el Palau de la Generalitat se celebró ayer una recepción oficial para los participantes, tras una misa en la catedral presidida por el cardenal Ricard Maria Carles. Al acto de clausura asistieron también el nuncio de la Santa Sede en España, Manuel Monteiro; el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández Díaz, y el presidente del Consejo de Estado, Íñigo Cavero.

Posiciones inmovilistas

La Convención de Cristianos por Europa nació como un lobby católico conservador con el objetivo de que la Constitución europea y los consecuentes "marcos jurídicos" incluyan una referencia a las raíces cristianas del Viejo Continente, propósito en el que coincide Jordi Pujol. "La neutralidad" se afirma en el Manifiesto de Barcelona, "no consiste en negar la dimensión social de la conciencia cristiana de la mayoría del pueblo de Europa, sino en reconocerla al lado de otras concepciones globales y no religiosas con las que dialoga".

Mientras que la mayoría de países europeos se afanan en legislar o bien ya disponen de un marco jurídico en asuntos como la eutanasia, la manipulación de embriones o las parejas de hecho -incluidas las homosexuales-, la Convención de Cristianos por Europa defiende posiciones inmovilistas en estas cuestiones. "El derecho a la vida y a la integridad física implica la necesidad de proteger el embrión de cualquier atentado contra su integridad y de toda manipulación genética contraria a su dignidad humana, y a los ancianos y enfermos de toda tentación de eliminación física por pretendidas razones humanitaria", señala el documento.

El manifiesto aboga también por que la Constitución europea proteja especialmente "el matrimonio y la familia en términos jurídicos y económicos (...) diferenciándolos de otras formas de convivencia", y defienda "con los recursos necesarios" la posibilidad de que los padres elijan una escuela confesional para sus hijos.

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