El alcalde de Castril califica de "terrorismo ecológico" el canal trazado por la CHG

La confrontación entre el Ayuntamiento de Castril (Granada), gobernado por el PSOE, y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) por la construcción de un canal que invadiría el área de protección del pueblo no ve el final. El alcalde, José Juan López Ródenas, calificó ayer en un comunicado el proyecto hidráulico como "puro terrorismo ecológico", al tiempo que advirtió a la confederación de que los vecinos "saben muy bien cuál es su futuro y sabrán pelear por lo que le corresponde por derecho".

Unas declaraciones del presidente de la CHG, Manuel Vizcaíno, en las que manifestó que Castril no abandonaría "el Paleolítico" si rechazaba el proyecto aprobado por el Ministerio de Medio Ambiente provocaron la reacción de López Ródenas. El alcalde, más que un canal, quiere un plan de ampliación y mejora de los regadíos "de este municipio y de la comarca serio viable y fiel a los principios de desarrollo sostenible y a las directrices de la UE de cuyos fondos se pretende realizar un proyecto que atenta contra numerosas directivas europeas". De hecho, el Ayuntamiento ha trasladado al Grupo Socialista Europeo en el Parlamento de Estrasburgo su opinión sobre el canal y las supuestas contradicciones en que incurre.

Para el alcalde de Castril el desarrollo que promete el Gobierno central es "vacío y falso" y además no respeta ninguno de los condicionamientos "medioambientales y del patrimonio histórico". "Queremos un futuro que no pase por destruir la riqueza natural y los recursos" de Castril, dijo su alcalde.