Balza admite por primera vez que ETA es la causa del aumento de las bajas psicológicas

El consejero de Interior, Javier Balza, admitió ayer por primera vez que el incremento de las bajas laborales por causas psicológicas registrado el último año en la Ertzaintza se debe a la presión terrorista de ETA. Añadió que es un "problema" equiparable al que se da en otras policías y subrayó que no hay que "magnificarlo". Las bajas por ansiedad, depresión o estrés entre los ertzainas han subido desde 2001 un 12% y representaron en el tercer trimestre de este año el 8,2% del total de las bajas por enfermedad, en total, unos 60 agentes, según reveló Balza en la Comisión de Interior.

Javier Balza tuvo que rendirse ayer ante la evidencia. Ante lo que era ya un secreto a voces dentro de su departamento y del colectivo de agentes: a cada atentado de ETA sigue un incremento sustancial del índice de absentismo entre los agentes vascos. "Esto lo tenemos muy constatado", reconoció ayer el consejero ante los miembros de la Comisión de Interior. Y lo hizo en la comparecencia parlamentaria solicitada por el diputado socialista Víctor García Hidalgo, tras la publicación por este periódico de los datos de absentismo en la Ertzaintza, que en los ocho primeros meses de este año se ha situado en el 10,3%, la cota más alta de los últimos cinco años. Todas las peticiones de información sobre la materia realizados por el representante del PP vasco, Carlos Urquijo, a través de diferentes preguntas parlamentarias, habían sido soslayadas por Balza con respuestas monosilábicas o sorteando directamente la pregunta.

El 5 de julio pasado, a una pregunta directa de Urquijo sobre si "la razón desencadenante de la mayoría de las bajas por ansiedad y depresión viene asociada a la incidencia del terrorismo", Balza respondió que la "causalidad de una patología sólo puede ser fruto de un diagnóstico profesional médico que no corresponde efectuar al Departamento de Interior". En esa misma respuesta parlamentaria, indicaba que el número de días perdidos por ansiedad y depresión por los agentes entre 2000 y 2001 "no entrañaban un incremento significativo en términos comparativos". El aumento era del 71%, ya que en en 2000 fueron 14.757 las jornadas perdidas y el año pasado se elevaron hasta 21.440.

El consejero admitió ayer la realidad sin tapujos, aunque también pidió no "magnificar" lo que calificó como un "problema". "No tengo ninguna duda que el motivo fundamental de la existencia de estas bajas por ansiedad y estrés es la amenaza terrorista", declaró.

Balza, que ayer fue especialmente prolijo en su exposición, incluyendo datos comparados con otras policías como la local de Portugalete o la Guardia Urbana de Barcelona, se excusó ante Urquijo indicando que "el recorrido de las respuestas por escrito es menor" que las comparecencias en comisión como la de ayer. Todos los grupos, incluido el proponente de la comparencencia, agradecieron los datos suministrados.

Tras explicar las medidas adoptadas en materia de seguridad para los ertzainas -fin de las rutinas tras la retirada del sistema de trabajo Egunsentia, financiación a fondo perdido de chalecos antibala, compra de trajes ignífugos, de vehículos blindados y otros elementos técnicos-, Balza recordó que está vigente un programa de atención psicológico, tanto a nivel personal como de grupo en las comisarías, por el que voluntariamente "han pasado unos mil agentes al año", dijo.

"Bajista profesional"

En su exposición, el consejero no soslayó el debate provocado por lo que el socialista Victor García calificó de "desafortunadas declararaciones" de Balza, tras conocerse los datos de absentismo, cuando relacionó su aumento la existencia de "bajistas profesionales" en la Ertzaintza. Estas declaraciones motivaron una avalancha de críticas contra Interior por parte de los sindicatos.

Balza reveló que una cuarta parte de los expedientes abiertos por la Unidad de Inspección General (Asuntos Internos) tiene como objetivo descubrir mediante "todo tipo de investigaciones" a esos "bajistas profesionales". "No sé si esas declaraciones fueron o no afortunadas, pero el 25% del total de expedientes abiertos por la unidad disciplinaria está relacionado con esa materia". El responsable de Interior subrayó que estos "bajistas profesionales", aunque no son muy numerosos, perjudican con su actitud reiterada a todos sus compañeros.