Los puntos oscuros de la OPE de Osakidetza

Deseamos puntualizar distintos aspectos de la carta de la directora de Recursos Humanos de Osakidetza, María Jesús Múgica, publicada el pasado día 23 sobre las pruebas de la OPE de Osakidetza. A la vista del descontento general, en todas las categorías, da la impresión que el esfuerzo de la organización de la OPE no ha sido tan efectivo. El lugar elegido para las pruebas puede ser lo suficientemente amplio para acoger a los opositores, pero si están a oscuras, ya nos contará usted.

Por otro lado, era previsible en este proceso selectivo que el número de aprobados fuera superior al de convocatorias anteriores al no puntuar negativamente las respuestas incorrectas, pero sí es verdad que el tiempo y el dinero invertido en la preparación de esta convocatoria por parte de muchos profesionales no se ha visto reflejado en la puntuación.

En cuanto al tiempo, desconocemos la bibliografía a la que alude. De todas formas, si para contestar a 112 preguntas el opositor dispuso de 80 segundos por pregunta, el tiempo total para realizar la prueba hubiera sido de 8.960 segundos, o lo que es lo mismo, 2 horas 29 minutos, según sus cálculos. La realidad es que los aspirantes a la OPE de enfermeras dispusieron únicamente de 48 segundos por pregunta. En estos 48 segundos hay que leer la pregunta, leer las cuatro posibles contestaciones, pensar la respuesta correcta y trasladar esa respuesta a una planilla con cuadros minúsculos. Todo ello, no nos olvidemos, con una iluminación absolutamente deficiente.

¡Qué más hubieran querido las enfermeras que disponer de los 80 segundos que usted afirma que tuvieron por pregunta, según su carta remitidad a los medios de comunicación!

El interés de Satse Gipuzkoa es el de todas las enfermeras; lo único que persigue es la transparencia. Nos preocupa más el aura de oscurantismo que parece rodea a estos "tribunales" en aras a una supuesta independencia de los mismos, cuando la gran mayoría de sus componentes son designados por Osakidetza. Todo el mundo habla de ética, pero nadie se atreve a decir que lo denunciado por Satse Gipuzkoa no sea verdad.