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Medio Ambiente suspende la actividad de una empresa de Tudor

Los vecinos llevaban años quejándose de "humos y malos olores"

La Dirección General de Promoción y Disciplina Ambiental de la Comunidad ha suspendido temporalmente la actividad de la fábrica de recuperación de plomo de la empresa Tudor en Cubas de la Sagra (Madrid). Hace un año, el Ayuntamiento de Torrejón de la Calzada, localidad próxima a la fábrica, pidió una investigación por los "malos olores y humos" que han motivado las protestas del vecindario de la zona.

La resolución de la Comunidad de Madrid, fechada el 27 de noviembre y notificada el pasado viernes, suspende temporalmente la autorización de gestor de residuos peligrosos a la fábrica de Tudor. La empresa informó ayer que ha decidido obedecer la resolución y cesar los trabajos, aunque no está de acuerdo con la resolución y anuncia que la recurrirá.

Según fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, la fábrica tenía abiertos numerosos expedientes. En agosto pasado inició otro expediente sancionador que podría acabar con la imposición de una multa, según confirmó Antonio Lucio, director general de Promoción y Disciplina Ambiental. Hay abierto otro expediente de declaración de suelo contaminado (el correspondiente al terreno ocupado por la fábrica)

El motivo de estos expedientes es la emisión de gases a la atmósfera -"emisiones difusas"- procedentes del proceso de recuperación del plomo contenido en las baterías. "No hemos constatado riesgo para la salud de la población", afirma Ignacio López-Galiacho, director general de Calidad y Evaluación Ambiental. No obstante, éste añadió: "No podíamos permitir que esta empresa siguiera incumpliendo las obligaciones derivadas de su licencia como gestor de residuos peligrosos".

Tudor, filial del grupo estadounidense Exide Technologies, alertó ayer del impacto de esta medida en el resto de sus fábricas de baterías y advirtió de que la suspensión de actividad "puede afectar" al empleo y a las plantas de automóviles. Tudor advirtió hoy del "riesgo en que se pone a las demás fábricas de baterías de la empresa que de ella dependen para continuar con su producción", lo que "puede afectar al empleo y a las fábricas de automóviles".

Tudor se instaló en 1968 en el término municipal de Cubas de la Sagra, aunque más cerca del casco urbano de Torrejón de la Calzada. Con el crecimiento de esta última localidad, la urbanización de La Alberca y una residencia de ancianos han quedado apenas a 300 metros de la factoría.

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El gobierno local de Torrejón de la Calzada ha recibido con cierto escepticismo la notificación de la suspensión temporal de la actividad de esta empresa, al considerar que ésta debe ser definitiva. "Estamos satisfechos a medias", declaró a Efe la segunda teniente de alcalde, María Victoria Isla, porque la suspensión "es sólo temporal y no definitiva, como nosotros queremos", por lo que "tendremos que seguir luchando por conseguir finalmente que cierre esa empresa".

El Gobierno regional mantendrá suspendida la licencia a la factoría Tudor mientras ésta no proceda al total cerramiento de la nave, ponga sistemas de ventilación y depuración del interior del edificio e instale unas estructuras adecuadas para la evacuación del aire.

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