Estadística ratifica que la economía se desacelera y crece a un ritmo del 1,8%
El consumo se modera, la inversión se recupera un 1,5% y el empleo cae a tasas del 1,4%
La economía española se debilita hasta crecer a los niveles más bajos desde la última recesión de 1993. Así lo confirmó ayer Estadística, que situó en el 1,8% el crecimiento económico del tercer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2001. Este dato coincide con el avanzado por el Banco de España hace unos días y responde a que el consumo de las familias se ha desacelerado dos décimas, hasta el 1,5%, y al empeoramiento del sector exterior. La inversión, por el contrario, ha avanzado cuatro décimas, hasta el 1,5%, pero el empleo redujo su tasa de crecimiento una décima, hasta el 1,4%.
El motor de la economía española pierde fuerza desde hace un año y crece ahora a un ritmo inferior al que marcó la salida de la recesión económica de 1993. Según los datos publicados ayer por el INE, el crecimiento en el tercer trimestre fue del 1,8% respecto de un año antes. La media de los tres primeros trimestres es del 1,9%, lejos del objetivo oficial del 2,2% para el conjunto del año.
Ese 1,8% coincide con los datos avanzados días atrás por el Banco de España, que desataron una fuerte polémica. El PSOE denunció presiones por parte del Gobierno tanto hacia la institución que dirige Jaime Caruana como al propio INE que no se confirmaron. El 1,8% está algo por encima de lo previsto por los analistas, que coinciden en que el cuarto trimestre será algo mejor.
El secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, fue ayer cauto a la hora de lanzar las campanas al vuelo sobre una rápida y sólida salida de la crisis. De forma muy condicional señaló que, si las previsiones de un mayor crecimiento en 2003 que avanzan los organismos internacionales para la economía española se confirman, "este año se habría tocado fondo".
Una señal positiva es que, si el crecimiento económico del tercer trimestre se compara con el segundo, se ha producido un aumento del 0,8%, frente a 0,4% del trimestre anterior. Esta aceleración de cuatro décimas anticiparía el comportamiento futuro de la economía española, aunque casi siempre en los terceros trimestres se avanza más rápido, porque son periodos de actividad en el turismo.
El 2% como "suelo"
Además, el cuarto trimestre del pasado año fue muy malo (crecimiento cero), lo que facilitaría, por pura comparación estadística, que este año las cosas aparecieran mejor. Guindos insistió en que el 2% "es el suelo" para el crecimiento medio de la economía española en 2002 y en que "es factible" consiguir algunas décimas más. Son cifras por debajo de las estimadas por la Comisión Europea (1,9%), la OCDE (1,8%) o el consenso de los expertos españoles (1,9%).
La principal preocupación está en el consumo de las familias. En el tercer trimestre del año el aumento ha sido del 1,5% respecto del mismo periodo del año anterior, dos décimas menos que en el segundo trimestre. Es la tasa más baja desde principios de 1997 y responde a la desaceleración del empleo y el aumento del paro, la erosión del poder adquisitivo de los salarios por las subidas de precios, a las pérdidas en Bolsa y a que el temor al futuro ha devuelto la preocupación por el ahorro.
El año que viene habrá una rebaja del IRPF, estimada en el 11%, que no restituirá la inflación desde la última reforma de 1999, pero inyectará algo de dinero en los bolsillos. También se da como seguro que el Banco Central Europeo (BCE) bajará al menos medio punto los tipos de interés en unos días, lo que reduciría el coste de las hipotecas. Para las empresas, la medida sería menos estimulante, ya que las condiciones actuales de financiación son ya muy holgadas.
Como reconoció De Guindos, el problema de la inversión empresarial es más de confianza, que, a tenor de los datos publicados ayer, habría mejorado en el tercer trimestre. La inversión se ha acelerado cuatro décimas, hasta el 1,5%, gracias a que en bienes de equipo la caída ha sido menos negativa que en trimestres anteriores (un 4,1%) y a que el sector de la construcción sigue con empuje y crece a una tasa del 4,8%. El empleo, sin embargo, se ha desacelerado una décima, hasta el 1,4%, debido a pérdidas en la construcción y en la agricultura. En el último año se han creado 204.000 empleos, unos 30.000 por encima de la previsión del Gobierno para el conjunto del año, aunque unos 100.000 menos que el pasado ejercicio.
El frío que llega del exterior
La economía española depende mucho de lo que ocurre en el exterior. Y fuera hace un frío que pela. En Alemania, el crecimiento es nulo si se hace la media de los tres primeros trimestres de este año respecto del mismo periodo de 2001; en Francia la cifra aumenta apenas un 0,8%, y en Italia se queda en el 0,2%. Sin la recuperación de los principales países de la zona euro, las posibilidades que tiene la economía española de entrar en calor son muy escasas.De hecho, una de las razones que explican la desaceleración en el tercer trimestre es la evolución del sector exterior. La aportación al crecimiento económico del saldo entre importaciones y exportaciones ha sido nula en ese periodo, cuando en el segundo trimestre había sido positiva en tres décimas.El secretario de Estado de Comercio, Juan Costa, avanzó ayer en el Congreso los datos de enero a septiembre (en cifras de Aduanas), que indican una mejora del 9,3% en el déficit comercial. Las exportaciones crecieron un 0,03% en ese periodo, mientras que las importaciones cayeron 2,3%. Estos datos reflejan el mal momento económico que viven nuestros principales socios europeos y la debilidad de la demanda española.También es un problema de competitividad que el secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, situó ayer en la evolución de los costes laborales. Según los datos publicados por el INE, este indicador se ha acelerado una décima en el tercer trimestre, hasta el 3,3%. Pero, como subraya el propio INE, este incremento es nueve décimas inferior al aumento del deflactor del PIB (precios de la producción).
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