Irak critica que la resolución de la ONU sirva para justificar la guerra
Los inspectores llegan hoy a Bagdad para iniciar los trabajos
Cuatro años después de suspender su trabajo y salir del país, los primeros 18 inspectores técnicos de Naciones Unidas llegan hoy a Irak para empezar a trabajar a mediados de esta semana. El Gobierno de Sadam Husein envió ayer una carta a la ONU en la que acusa al organismo de haber redactado una resolución que esconde múltiples pretextos para justificar una acción militar de Estados Unidos.
El jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, dio al presidente iraquí tres opciones: dejar el país, entregar las armas o jugar con la ONU, lo que desataría una acción militar contra su Gobierno.
Los inspectores de la ONU trabajaron durante siete años en Irak al término de la guerra del Golfo. En ese tiempo destruyeron grandes cantidades de material biológico y químico y misiles de largo alcance que Irak no puede poseer, según se establece en resoluciones aún vigentes. También se desbarataron los programas científicos del Gobierno iraquí que podían haber permitido la fabricación de armas nucleares.
Cuatro años después de abandonar ese país por falta de acceso a algunas instalaciones frente a las acusaciones de espionaje del Gobierno iraquí, los 18 inspectores que viajan hoy de Chipre a Irak forman la primera avanzadilla de técnicos de desarme. Aunque empezarán a trabajar formalmente el próximo miércoles, la exploración no será extensa hasta que el contingente de la ONU oscile entre 80 y 100 inspectores a finales de año.
Irak se ha comprometido a entregar antes del 8 de diciembre el listado de armas que exige la resolución. El Gobierno de Sadam Husein todavía mantiene que no posee armas de destrucción masiva; EE UU acusa a ese país de lo contrario, pero nunca lo ha demostrado, aunque, amparado en la repetición de esta afirmación, no parece conceder ninguna relevancia a la falta de pruebas.
El Gobierno de Irak ha protestado por carta ante la ONU frente a las "trampas" que, en su opinión, contiene el texto de la resolución. El ministro de Exteriores, Naji Sabri, asegura que el documento que se pide a su Gobierno siempre podrá usarse como justificación para la guerra porque "cualquier inexactitud entre miles de páginas" constituirá una violación de la resolución. El ataque contra Irak está decidido, asegura Sabri, "sea cual sea el pretexto".
La resolución establece que "cualquier omisión o afirmación falsa" en la declaración iraquí constituirá una violación. Dado que muchas instalaciones farmacéuticas o industriales e infinidad de productos de todo tipo pueden tener un hipotético uso militar, el Gobierno iraquí cree estar seguro de que se podrán encontrar errores aunque no sea su intención cometerlos.
De hecho, EE UU sugiere -lo volvió a hacer este fin de semana a través de un portavoz del Pentágono- que Irak ha violado ya la resolución al apuntar con su artillería antiaérea a los aviones aliados que sobrevuelan la zona de exclusión aérea, un incidente que se ha repetido cientos de veces desde el fin de la guerra del Golfo. Sin embargo, la Casa Blanca muestra cautela a la hora de quemar ese cartucho, consciente de que no tiene todavía suficiente despliegue para iniciar la campaña militar y de que habrá, con toda seguridad, mejores excusas para justificarla.
Según publica hoy el semanario US News and World Report, EE UU ha diseñado un plan en tres fases para los años posteriores a una campaña militar contra Irak, asumiendo de partida la victoria aliada y la destitución del régimen actual. Se descarta la creación de un Gobierno provisional o un Gobierno en el exilio; se opta en cambio por un Gobierno militar regido por un mando estadounidense durante un periodo que oscilará entre seis meses y un año, como ya se filtró en un informe anterior. La segunda fase contempla una especie de gobierno civil internacional con mayor responsabilidad en manos de políticos iraquíes de diferentes etnias, que tomarían todo el control en la tercera y última etapa, en torno a dos años después del inicio de la operación.
Rumsfeld aseguró este fin de semana que Sadam tiene tres opciones: "Dejar el país, entregar las armas de destrucción masiva o jugar un poco más con la ONU". Dado que la segunda opción da por hecho nuevamente que Irak posee armas de ese tipo, Rumsfeld insistió en que la ONU tendrá que aprobar el uso de la fuerza para desarmar al régimen iraquí "o el presidente liderará una coalición con los países que quieran desarmar" a Sadam.
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