¿Dónde están los datos de Leizaola?
Los archivos del Gobierno en el exilio no están disponibles 27 años después de la muerte de Franco
¿Dónde está la documentación del Gobierno vasco que dirigió el lehendakari Jesús María Leizaola? 25 años después de que terminara su mandato (1960-1977) los historiadores no pueden consultar una referencia imprescindible en la historia de Euskadi. La consejería de Cultura del Gobierno responde que estos documentos se encuentran en Artea, en el Museo del Nacionalismo Vasco, del PNV, a la espera de su catalogación. Mientras tanto, los investigadores se quejan por los métodos nada científicos que se siguen para clasificar un archivo imprescindible.
Estos papeles forman parte de un vasto archivo que nace en 1936, sufre 40 años de exilio y persecución, y concluye -tras el paréntesis del Consejo General Vasco presidido por Ramón Rubial- con el Ejecutivo actual. El pasado 15 de noviembre el parlamentario Fernando Maura, del PP, presentó una interpelación a la responsable del Departamento de Cultura, Miren Azkarate, sobre la situación actual de los distintos archivos del Gobierno vasco, que ha vuelto a evidenciar el control que ejerce el PNV sobre la documentación institucional, 27 años después de la muerte de Franco.
Los archivos del Ejecutivo vasco han seguido las peripecias del propio Gobierno. Viven la derrota en la Guerra Civil y el traslado de Bilbao a París, pasando por Santander y Barcelona. Parte de la documentación cae en manos de Franco y pasa a engrosar los fondos del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo en Salamanca, hoy Archivo de la Guerra Civil.
El resto de los legajos, afortunadamente, se salva de caer en manos de los nazis en la ocupación francesa, y se archiva en la sede del Gobierno vasco en Lapurdi, y de ahí pasan al Museo del Nacionalismo Vasco, en Artea (Vizcaya). En la actualidad, Irargi, el Centro de Patrimonio Documental de Euskadi, con sede en Bergara, ofrece el mejor catálogo posible de toda la documentación que ha sido fichada.
La confusión entre la documentación privada -del PNV o del lehendakari correspondiente y sus consejeros- y la pública -del propio Gobierno vasco- no se ha resuelto a fecha de hoy. "Hace ya bastantes años que se tenía que haber constituido una comisión técnica, formada por universitarios y archiveros, para separar los papeles de Artea y poner al servicio del historiador los que son de propiedad pública", comenta el historiador Javier Ugarte.
Pero el recelo del PNV a abrir al investigador su documentación se ha trasladado al propio Gobierno vasco que lleva un cuarto de siglo sin recuperar los papeles de Artea. Los historiadores tampoco se extrañan. "Esta es una característica de toda España, donde la documentación pública permanece en manos privadas -como es el caso reciente de la Fundación Franco-, o forma parte ilegítimamente de propiedad pública, como ocurre con el Archivo de Salamanca", dice.
El historiador Santiago de Pablo es uno de los mejores conocedores de los entresijos de Artea, como autor de El péndulo patriótico, la historia del PNV, junto a Ludger Mees y José Antonio Rodríguez Ranz. Sus conclusiones son claras: "Es necesaria una claridad mayor, una coordinación de Salamanca, Artea e Irargi, y el uso de las nuevas teconologías, sobre todo Internet, para poner el catálogo a disposición de todos los investigadores".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.