Repsol lo descartó en 1997

La petrolera española Repsol YPF descartó la utilización del Prestige en enero de 1997. Tras una inspección física realizada por los expertos de la compañía, el buque fue rechazado por tres razones. En primer lugar, porque para entonces el barco ya contaba con una antigüedad de más de 15 años y no había pasado por dique seco en los 30 meses anteriores a la inspección de Repsol YPF. "Pasar por dique seco" es una revisión periódica (cada tres o cuatro años) de las condiciones del barco. Es algo similar a la ITV por la que pasan los coches.

Una segunda razón para descartar al Prestige fue que no había pasado una revisión mucho más exhaustiva que se conoce como CAP (Condition Assessment Program) que, aunque no es obligatoria para el armador, le da al buque la clasificación internacional de seguridad, que muchas empresas exigen para fletarlo.

La tercera razón fue de tipo medioambiental. Los petroleros, cuando navegan sin carga, deben llevar agua para mantener la estabilidad. Barcos antiguos como el Prestige cargan el agua en los mismos tanques donde va el crudo o los derivados. Al cargar, el buque debe deshacerse de ese agua sucia y el puerto donde se realiza la operación debe contar con un lugar para almacenarla. El puerto de A Coruña, donde se realizó la inspección, no cuenta con estas infraestructuras.