Rusia profesionalizará parte del Ejército para la lucha antiterrorista

Sin renunciar al servicio militar obligatorio, Rusia lanzará un plan de cuatro años (de 2004 a 2007) para profesionalizar unidades de vanguardia de las Fuerzas Armadas con un total de 166.000 personas, según decidió ayer el Gobierno tras examinar los planes de Defensa. El colectivo que depende de este departamento tiene hoy más de 1,1 millones de soldados, de los cuales unos 135.000 prestan ya sus servicios mediante contrato.

Esta fórmula, que se emplea para completar las levas, está mal pagada, tiene limitaciones sociales y encubre puestos auxiliares desempeñados por las esposas de los militares para completar los ingresos familiares. Un proyecto experimental iniciado este año para profesionalizar una división de fuerzas de paracaidistas en Pskov con sueldos de 2.800 rublos al mes (unos 87 euros) no consiguió atraer al personal necesario, lo que obligó al ministro de Defensa, Serguéi Ivanov, a añadir 1.200 rublos por cabeza de los fondos a su disposición. Además de las tropas de Defensa, Rusia tiene casi un millón de soldados más pertenecientes a otros ministerios, incluido el de Interior. Para este departamento el Kremlin ha anunciado planes de reforma que contemplan una guardia nacional y un servicio de investigación independiente.

La profesionalización aprobada ayer afectará a un total de 92 unidades pertenecientes a la Infantería, las tropas de paracaidistas y la Infantería de Marina, según explicó el ministro Ivanov. Se trata, dijo, de unidades que "cumplen funciones de vanguardia y que en caso de necesidad pueden participar en combates, incluidas operaciones contraterroristas". El conjunto abarca 10 divisiones, 7 brigadas y 13 regimientos con 166.000 hombres, de los cuales 126.000 son soldados y suboficiales. La creación de un núcleo profesional del Ejército es uno de los elementos de la reforma militar, que avanza con grandes dificultades por falta de una concepción clara para el Ejército postsoviético. En respuesta a la tarea encomendada por Vladímir Putin tras la crisis de los rehenes, Ivanov anunció a principios de mes la próxima aparición de los esbozos iniciales de la "concepción renovada de seguridad", que dará al Ejercito el derecho a ataques preventivos antiterroristas. De la elaboración del documento son responsables el Ministerio de Defensa y el de Exteriores.

Ivanov admitió ayer la posibilidad de reducir "a menos de dos años" el servicio militar obligatorio, dependiendo del ritmo de profesionalización del núcleo del Ejército. Para el ministro, la cantidad de exenciones al servicio militar "está por encima de todo lo razonable" en Rusia y los que pasan la mili son sólo el 11% de los que podrían hacerla. Un informe distribuido por la organización Human Rights Watch denunció las detenciones y secuestros policiales de centenares de jóvenes con el fin de enviarlos a la mili. La mayor cacería de reclutas tuvo lugar en la primavera de 2001, según el Comité de Madres de Soldados, que ha documentado 200 casos.

La Duma aprueba hoy en tercera y definitiva lectura el proyecto de presupuesto estatal para 2003, que incrementa los gastos de Defensa de forma absoluta y relativa respecto a años anteriores. Con más de 345.725 millones de rublos de asignación (más de 10.803 millones de euros), el capítulo de Defensa es el segundo del presupuesto. A esto hay que añadir gastos sociales dispersos y 14.600 millones de rublos para la reforma militar. Tratando de satisfacer las indicaciones del presidente Putin, la Duma ha buscado recursos para incrementar los medios antiterroristas, tarea que hasta ahora ha sido coordinada por el Servicio Federal de Seguridad (SFS). Entre bastidores, representantes de distintas entidades han mantenido una dura pugna por redistribuir los recursos ya asignados en las anteriores lecturas de la ley del Presupuesto.