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LA NUEVA OTAN

Los aliados respaldan a la ONU, pero no hablan de guerra en Irak

La OTAN advierte a Sadam de "graves consecuencias" si no se desarma

Carlos Yárnoz

La Alianza Atlántica expresó ayer su más firme apoyo a la resolución 1.441 de la ONU, en la que se exige a Irak su desarme y el acceso de inspectores a todas sus instalaciones susceptibles de almacenar o fabricar armamento. "Los aliados de la OTAN están unidos en su compromiso" de adoptar una acción eficaz para que se cumpla la resolución de la ONU, que prevé, como recordó el comunicado de la OTAN, "graves consecuencias" contra Irak en caso de incumplimiento. Unidos en apoyar a la ONU, pero no ante una posible guerra. "No participaremos en un ataque", repitió el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer.

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"Nosotros, los 19 jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN, reunidos en Praga, hemos expresado nuestra grave preocupación sobre el terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva", comienza el comunicado, en el que se recuerda que Irak no ha cumplido sus obligaciones de desarme y que, ahora, el Consejo de Seguridad de la ONU le ha dado "una última oportunidad para hacerlo". Extrañamente, esos 19 líderes optaron por difundir poco antes del mediodía ese breve comunicado de cuatro párrafos, pactado el día anterior en Bruselas, cuando en realidad era justamente después, en el almuerzo, cuando los jefes de Estado y de Gobierno aliados iban a abordar el contencioso.

Una vez difundida la nota, las interpretaciones eran de todos los colores, de modo que los ministros de Defensa o Exteriores de los 19 lo intentaron aclarar de inmediato. "Es una interpretación milimétrica de la resolución de la ONU", declaró el ministro español de Defensa, Federico Trillo. ¿Y qué podría pasar después?, se le preguntó al ministro. Respuesta de Trillo: "Dios dirá".

Pero las discrepancias, como se sabe, se centran en qué países aliados de EE UU, de la OTAN o no, están dispuestos a seguir a Washington en una guerra contra Irak en el caso de que la Administración estadounidense crea que Sadam Husein incumple la resolución de la ONU. El presidente norteameriano repitió ayer, tras entrevistarse con el británico Tony Blair, que su primera opción "no es recurrir a la fuerza militar" frente a Sadam, pero que si no hay desarme unilateral, dijo, "le desarmaremos". En ese caso, "le desarmaremos por la fuerza", añadió Blair.

Al igual que con Blair, Bush habló bilateralmente con Jacques Chirac sobre la misma cuestión. El presidente francés se mostró menos aguerrido que Blair, pero sí dejó claro que Sadam tiene ahora una "última oportunidad" para desarmarse. "No hay alternativa", agregó, aunque sí dejó bien claro que, en el caso de incumplimiento por parte iraquí, será el Consejo de Seguridad el que adopte una decisión al respecto y que "toda opción estará abierta".

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Entretanto, en Praga fueron conociéndose ayer más detalles sobre las peticiones que EE UU ha planteado a más de 50 países para su posible participación en una coalición militar internacional contra Irak. Reino Unido, Francia, República Checa y hasta Alemania confirmaron haber recibido por escrito esa petición. Por el contrario, la ministra española de Exteriores, Ana Palacio, aseguró: "No hay carta ni petición concreta", aunque luego aclaró que sí hay conversaciones permanentes con EE UU, "sin llegar todavía a detalles", entre otras cosas para ejercer "una presión diplomática y psicológica" de apoyo a los inspectores de la ONU.

Fuentes oficiales españolas precisaron después, no obstante, que España ya mostró "desde el comienzo de la crisis" su disposición a colaborar en una fuerza militar liderada por Washington, por lo que "probablemente" tampoco son necesarias peticiones concretas en esta fase del problema. Hasta el momento, los países que públicamente han dicho que si fuera necesario participarían activamente son, además de España, Reino Unido, Turquía, República Checa y Dinamarca. En caso de guerra, algunos participarían en misiones de apoyo, de mantenimiento de la paz tras el conflicto o en operaciones de ayuda humanitaria.

Schröder (izquierda) y Bush se estrechan la mano ayer en Praga.
Schröder (izquierda) y Bush se estrechan la mano ayer en Praga.REUTERS

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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