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España es el cuarto país de la eurozona en el que más ha subido el precio de la vivienda desde 1995

Sólo Irlanda, Holanda y Finlandia registraron un encarecimiento superior en ese periodo

Carlos Yárnoz

España ha sido el cuarto país de la zona euro en el que más ha subido el precio de la vivienda entre 1995 y 2001, según un amplio estudio realizado por el Banco de Pagos Internacionales y que ha sido utilizado por la Comisión Europea para poner de manifiesto las fuertes desviaciones que han sufrido varios países europeos en ese terreno. Sólo Irlanda, Holanda y Finlandia, por este orden, han tenido alzas de precios superiores en ese periodo. Utilizando la base 100 en el índice común para todos los países de la eurozona desde 1995, España se situó ya el 1 de enero de 2001 en los 133,4 puntos del indicador.

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El mercado español de la vivienda ha conseguido un discutible puesto de honor entre los países de la Unión Europea que más han visto crecer el precio de este bien de primera necesidad. Únicamente en Irlanda (188,6) y Holanda (172,7) se registraron incrementos más elevados que en España (133,4), mientras Finlandia (138) los superó ligeramente. Por el contrario, en Alemania (77,6) y en Italia (97,9) ha habido incluso un abaratamiento de las casas. En el caso alemán, según afirma la Comisión Europea, se ha debido al importante aumento de actividad del sector de la construcción desde la reunificación del país en 1990.

En ese periodo de tiempo, sólo en 1996 y 1997 hubo ligeros descensos de precios en España, pero desde ese año no han dejado de subir de forma espectacular. Así, y utilizando siempre como base el índice 100 para 1995, alcanzó el nivel 107 en 1999 y el 119,4 en 2000, hasta llegar al 133,4 en 2001.

La Comisión Europea ha incluido una comparación de precios de viviendas en el amplio documento con las previsiones económicas de otoño que presentó el pasado miércoles el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes. En el informe se pone de relieve la existencia de 'una actividad especulativa' en ese terreno, aunque precisa que fue mayor en 1991.

Continúa el alza

Sin embargo, en los últimos meses en España se han registrado nuevos incrementos espectaculares. Así, y según datos oficiales difundidos en mayo, el precio de la vivienda nueva había subido ya un 16% con respecto al mismo periodo del año anterior. En octubre, el porcentaje de subida con respecto al año anterior era del 14,24%, según un informe de la sociedad de tasación Tinsa.

En el informe difundido por el Ejecutivo comunitario, se incluye una comparación de precios de viviendas entre Alemania, Italia, Francia, España y Holanda. Sólo este último país registra una subida superior a la de España.

Aunque las oscilaciones en el precio de la vivienda no forman parte de la cesta con la que se construye el IPC en España, sí que pesan los gastos relacionados con la vivienda, así como el alquiler. Se produce, curiosamente, una estrecha relación entre los países más inflacionistas y aquellos con incrementos mayores en el precio de la vivienda.

Al día siguiente de publicarse el documento, Bruselas recibió 'con preocupación', como indicaron fuentes oficiales de la Comisión, el dato de que la inflación en España se había desbocado en octubre hasta llegar al 4% con respecto al año anterior.

La Comisión ya había corregido al alza en el mismo documento la inflación prevista para España. Si en primavera Bruselas esperaba que el índice de precios en España fuera del 3% en este año, en otoño se ha elevado el porcentaje hasta el 4%, cuando la media en la zona euro será del 2,3%. No es casual que sean los países con mayores alzas en el precio de las casas los que también sufren más fuertes tasas de inflación, y viceversa. En Alemania, por ejemplo, se prevé para este año una inflación del 1,4%, mientras que en Irlanda llegará al 4,8% y en Holanda al 3,9%.

La excepción, aunque fuera de la zona euro, es el Reino Unido, donde las viviendas han pasado del índice 100 en 1995 al 156 en 2001 y, sin embargo, prevé este año un IPC del 1,2%.

Para la Comisión Europea, el mal dato del índice de precios en España le supone un jarro de agua fría en un momento en el que los países con elevados déficit, como Alemania y Francia, exigen que a la hora de coordinar las políticas económicas en la zona euro, se tenga más en cuenta datos como la inflación, el paro o la productividad. Son los tres índices en los que España figura en el pelotón de cola.

Por el contrario, es el Gobierno español, que ha alcanzado el equilibrio presupuestario, el que se ha convertido en uno de los máximos defensores de la estricta aplicación del Pacto de Estabilidad frente a París o Berlín y, sobre todo, frente a quienes pretenden flexibilizar la aplicación de esa norma básica para la Unión Económica y Monetaria (UEM).

Mayor moderación

En las previsiones de otoño de la Comisión, en el apartado dedicado a España, el Ejecutivo comunitario señala que en los últimos años se ha registrado 'un fuerte incremento de precios de las viviendas', si bien agrega que se espera un comportamiento más moderado del sector en el inmediato futuro.

El control de la inflación es el principal objetivo del Banco Central Europeo (BCE), cuyo presidente, el holandés Wim Dusenberg, ha esgrimido siempre cualquier deslizamiento de la inflación para explicar la negativa de la entidad a bajar los tipos de interés. La semana pasada, el BCE optó por no bajarlos pese a que el día anterior lo había hecho la Reserva Federal norteamericana. Y, aunque la mayoría de los analistas coinciden en que el BCE rebajará los tipos el mes próximo, algunos precisan que aún puede retardar esa medida si aparecen datos preocupantes.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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