El Festival de Cine Iberoamericano homenajea hoy al director argentino Adolfo Aristarain

El 28º Festival de Cine Iberoamericano de Huelva homenajea hoy a Adolfo Aristarain. El director argentino estará acompañado por numerosos amigos y compañeros en una mesa redonda y, por la noche, recibirá el Colón de Oro de Honor del festival en el Gran Teatro de Huelva. Allí se proyectará Últimos días de la víctima, una de las películas más ambiciosas de Adolfo Aristarain. Otra película, Rosa la China, se presentó ayer al concurso del certamen. La cinta parte de un texto cubano, tiene dirección chilena y producción portuguesa, francesa, cubana y española.

El protagonista de Rosa la China, el actor español Juan Luis Galiardo, definió ayer la cinta, dirigida por Valeria Sarmiento, como 'una historia de amor, de muerte y de pasión'. Juan Luis Galiardo explicó que se inspiró a la hora de dar forma a su personaje, un tipo adinerado con un punto de chulería y ternura al mismo tiempo, en Ernest Hemingway, 'escritor que durante mucho tiempo vivió entre el alcohol y el cabaret'.

Juan Luis Galiardo reconoció que a sus sesenta años está en plena forma física y psíquica, en parte por conjugar bien la vida bohemia con el deporte: Cada día acude a una piscina, pase lo que pase, para nadar 'a ritmo de competición'.

El actor prodigó ayer su divertida y amarga ironía. Confesó que sobrevive en la profesión porque, a su avanzada edad, se considera aún como 'un actor promesa', lo que no es malo en un país que, en su opinión, devora a los muertos: 'Nuestra fiesta nacional es una fiesta de sangre y muerte, los toros. Eso lo dice todo', dijo. Se definió como una persona víctima de una irreversible incontinencia oral. Por ello deja caer en su discurso frases como éstas: 'La cosa en España está cabrona', 'los sentimientos es lo único que nos queda en la vida' y 'la regresión cultural de nuestro país es patética'. Juan Luis Galiardo observa con pavor el devenir cultural de España: 'Hubo una época en la que renegué de las películas de mi juventud, las que rodé con Pedro Marsó. Pero comparadas con algunas producciones actuales me parecen obras maestras', afirmó.

Galiardo concluyó con un análisis sobre la situación actual: 'Con los años, he entrado en un proceso de catatonia. No es bueno el momento actual para un actor en este país. El intérprete tiene que salir en permanente competencia con temas pueriles. La salvación está en el teatro, porque la televisión se ha convertido en pura bazofia. El momento actual en España es decididamente peligroso'.

El productor español de Rosa la China, Gerardo Herrero, se confesó inasequible al desaliento. 'Los norteamericanos tratan de apartarnos del cine, buscan que no hagamos películas, quieren que nos convirtamos en simples consumidores del séptimo arte. Pero nosotros seguiremos peleando por nuestro espacio, para que nuestras películas viajen y tengan un lugar en la pantalla', indicó.

Rosa la China cuenta con una banda musical de melodías nostálgicas, compuesta por Paquito De Rivera, uno de los maestros del jazz, y se desarrolla en una escenografía expresionista, según la directora, Valeria Sarmiento. 'Siempre me han interesado los folletines populares, trabajar con elementos de la cultura popular. He tratado de hacer una tragedia y la he envuelto en una radionovela. He querido que la película tenga ironía y emoción', indicó.

'El bonaerense'

Por su parte, Pablo Trapero, director de la película argentina El bonaerense, que también compite a concurso, dijo ayer que en su importante desafío a la crisis económica de su país, en la cinta trabajan como actores los siguientes integrantes de su propia familia: 'Mi abuela, mi viejo, mi vieja y mi señora, que estaba embarazada y dió a luz en medio del rodaje'.

La cinta supone una reflexión sobre los problemas de la policía en la provincia de Buenos Aires. De todos modos, Pablo Trapero observa con cierta distancia la crisis económica de Argentina. 'Allí siempre estamos en crisis. Cuando no es Argentina, es el sector del cine o tu propia película. Yo he escuchado en distintos momentos de la vida decir a mi padre: 'Ésta es la peor crisis de todas'. Pero siempre salimos adelante', afirmó.