Los 'capitalistas rojos' como modelos de la nueva China

Están más contentos que nunca. Son multimillonarios, disfrutan de lo que nunca pudieron ni imaginar y el Partido Comunista Chino (PCCh) les rinde pleitesía. Muchos ya eran miembros del partido, otros van a estrenar carné en los próximos días: son los nuevos capitalistas rojos.

Algunos aparecen incluso en la revista Forbes, como Shen Wenrong, de 56 años, que se ha hecho con el control de grandes empresas estatales de acero y al que se le calcula una fortuna de unos 800 millones de euros.

'Si un capitalista se convierte en miembro del PCCh, la gente pensará que compite de forma legal y que se preocupa por la sociedad', declaró el otro día. A él no le hace falta convertirse en comunista porque tiene carné desde 1974 y ha sido hasta hace seis años vicesecretario del partido en la provincia de Jiangsu.

Los capitalistas rojos como Shen se han convertido en los nuevos modelos a imitar en la nueva sociedad china, preocupada ante todo por acumular dinero, cuanto más y más rápido, mucho mejor.

Zan Shengda, Jiang Xipei, Li Xiaopeng y tantos otros han sustituido a la iconografía comunista, que ha durado ocho décadas. En esa iconografía que inundaba China se veía a los rancios modelos del campesino, que se dejaba la espalda trabajando; del soldado que liberaba a la muchacha de las garras de un violador feudal y del obrero que cantaba alegre y satisfecho mientras trabajaba para construir la patria comunista.