El novelista Philip Roth obtiene el Premio Médicis

El Premio Médicis a la mejor novela extranjera en Francia ha sido para La mancha, de Philip Roth, el novelista que le abrió camino a Woody Allen en su denuncia del integrismo judío. El libro se inspira, muy libremente, en el asunto Clinton-Lewinski, es decir, en la relación entre el anterior presidente de EE UU y una de sus becarias, para denunciar el puritanismo reinante en el país.

Philip Roth (Newark, 1933), hijo de emigrantes judíos, simboliza el liberalismo de esta tradición frente al integrismo religioso. Su obra literaria, comenzada en 1959 con Goodbye, Columbus, tiene como punto de mira el integrismo político-religioso de EE UU y del Estado de Israel, del que ha llegado a imaginar su traslado a Polonia.

En La mancha (editada en España en 2001 por Alfaguara con el título La mancha humana), el profesor Coleman Silk es acusado de haber proferido tesis racistas respecto a los estudiantes afroamericanos, en total contradicción con su vida privada, en la que mantiene una relación con la mujer de la limpieza.

Roth pone en solfa el puritanismo americano y el de una persecución ideológica que se entromete en la vida íntima de las personas hasta alcanzar lo paródico: 'El terrorismo, que había reemplazado al comunismo en lo que a las amenazas prioritarias contra la seguridad nacional se refiere, fue destronado por la felación'.

En el libro de Roth los personajes no tienen derecho a una vida íntima, el individuo deja de existir. Describe la complejidad de un país que al mismo tiempo que se presenta como el paraíso de las libertades individuales no deja de coartarlas en nombre de lo políticamente correcto. La mancha también puede leerse como un cuestionamiento de las supuestas virtudes del mestizaje o de los éxitos del multiculturalismo, aunque su núcleo es el peso de la mentira.

Dotado de un extraordinario sentido del humor y una notable capacidad de análisis, Roth es un ejemplo de la tradición liberal estadounidense.